16 de septiembre de 2014

palacio de ongay-vallesantoro, sangüesa




Una hermosa fachada churrigueresca del siglo XVII, un monumental alero de madera tallada y varios detalles ornamentales del arte colonial americano de Méjico y Perú son algunos de los elementos más significativos del Palacio de Ongay-Vallesantoro, actual Casa de Cultura de Sangüesa, localidad de la Zona Media de Navarra.
El Palacio de Vallesantoro, de tres alturas, presenta una fachada churrigueresca de gran sencillez con una portada adintelada de exquisita belleza, con columnas salomónicas, capiteles corintios y adornos de soles y sirenas. En los dos pisos superiores dispone de dos balcones con barandillas abalaustradas sostenidas por palomillas. Observe con detenimiento el magnífico escudo de armas de la familia rematado con un frontón triangular que aparece tallado entre las columnas.
El edificio, que a su barroquismo une algunos elementos ornamentales del arte colonial de Méjico y Perú, corona su fachada con uno de los aleros de madera más espectaculares de Navarra. De la madera oscura brotan 13 perros o canes que representan animales fantásticos atrapando cabezas humanas, además de flores, frutas exóticas, indios y figuras grotescas que le causarán una gran impresión.
Adéntrese en el palacio y recorra la escalera interior con rica balaustrada de madera sostenida sobre columnas acanaladas, entorchadas y salomónicas con capiteles dóricos y jónicos.

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