22 de septiembre de 2020

monasterio de santa cristina de ribas de sil, ribeira sacra








   El monasterio benedictino tiene su origen en el siglo X. Primero fue un monasterio independiente y después de la reforma del siglo XVI, queda como priorato dependiente del monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, al igual que el de San Vicente de Pombeiro en tierras de Pantón. En este momento es cuando se reforma el claustro y se hacen las pinturas de la iglesia. Fue uno de los monasterios más importantes de la Ribeira Sacra durante la Edad Media, como lo demuestran los vestigios de las vías de comunicación que se conservan. Los monjes se dedicaron al cultivo del castaño y de la vid. La desamortización supuso el abandono definitivo del lugar.
   Conserva su iglesia románica de finales del siglo XII y principios del XIII. Tiene planta de cruz latina. La cabecera está formada por tres ábsides semicirculares, siendo el central más elevado que los laterales. La fachada está divida en dos cuerpos. En el superior, destaca el hermoso rosetón calado. La portada es abocinada. Presenta tres arquivoltas sencillas decoradas con molduras de ajedrezado. Los capiteles están decorados fundamentalmente con motivos vegetales. El tímpano es liso. En el interior, la nave se cubre con una cubierta de madera a dos aguas que se apoya sobre unos arcos apuntados que descansan sobre ménsulas, que están decoradas con motivos geométricos y bolas. En el ábside central, conserva unas pinturas murales, renacentistas, del siglo XVI. En ellas podemos ver a la Virgen y San Juan, acompañados de Santo Domingo, San Antonio y Santo Tomás. En la parte superior, Santa Lucía y Santa Bárbara. En una de las capillas laterales se conserva el altar románico.
   En el muro norte, se encuentra la torre-campanario que tiene cierto carácter defensivo. La base era una especie de locutorio. Remata con un almenado y cubierta en forma de pirámide.
Haciendo ángulo con la fachada de la iglesia se encuentra la portada de acceso al monasterio. Tiene una sola arquivolta decorada con grandes hojas y doble moldura geométrica en zig-zag. En el intradós del arco están representados los cuatro evangelistas: águila (San Juan), ángel (San Mateo), toro (San Lucas) y león (San Marcos).
   De las dependencias donde vivían los monjes se conserva poco. Del claustro, tan sólo se conservan dos alas con arcos sobre un basamento corrido de gran sobriedad. Corresponde a las reformas del siglo XVI.

el cañón del sil, ribeira sacra




   El Cañón del Sil es, sin duda, uno de los elementos más importantes de Ribeira Sacra. Esta profunda garganta de roca, agua y sinuosas curvas no deja indiferente a quien la contempla. Sus verticales pendientes trabajadas desde antiguo, siguen siendo hoy en día el sustento de muchos habitantes de la zona, que sobre ellas producen una uva de excelente calidad. Este paraje es también refugio de múltiples especies animales y vegetales, que encuentran entre estas paredes y en sus aguas las condiciones que precisan para su existencia.

 

21 de septiembre de 2020

monasterio de santa maría de montederramo, ribeira sacra











   Sobre su origen benedictino de la primitiva observancia y con el título de San Juan, la mayoría de los historiadores que sobre Montederramo escribieron, atribuyen el inicio de su historia al documento fundacional que con fecha del 21 de agosto de 1124 fue otorgado en Allariz por Doña Teresa de Portugal. En este documento Doña Teresa concedió, al llamado abad Arnaldo y a los monjes benedictinos que con él estaban, un lugar llamado Rivoira Sacrata (o Roboira Sacrata) para fundar un monasterio, indicándose en dicho documento el privilegio por el cual los monjes podían marchar a otro lugar si lo consideraban más cómodo.
   El primitivo monasterio no estaba ubicado en el actual Montederramo, sino, próximo a Leboreiro, en el pueblo de Seoane Vello, bajo la denominación de San Juan que perteneció a la orden Benedictina. La actual casa cenobial procede del siglo XII, siendo renovada y ampliada en los siglos XVI y XVII.
   Los planos de la nueva iglesia se le encargan a Juan de Tolosa, maestro jesuita, a fines de 1597 o principios de 1598. La obra fue dirigida por Pedro de la Sierra. El resultado final es un bello templo de planta basilical de cruz latina, con tres naves. En el estilo austero, herreriano, de la nueva iglesia monasterial, brilla la tradición funcionalista y desornamentada de la arquitectura medieval cisterciense y, sobre todo, la fuerte impronta esculiariense llegada a Galicia como foco inspirador de la renovación arquitectónica del Renacimiento Hispano.
   La fachada es una de las grandes de la arquitectura renacentista gallega, muy sobria como el resto de la obra. En la hornacina se puede ver la imagen pétrea de la Virgen atribuida a Alonso Martínez.
   En el interior de la iglesia, destacamos el retablo mayor, restaurado en los últimos tiempos. Es obra del escultor gallego Mateo del Prado que talló en madera las escenas en altorrelieve, dedicadas al Nuevo Testamento, integrándolas en el conjunto estructural realizado por los escultores y entalladores compostelanos Bernardo Cabrera y su hijo Juan.
   También se restauró el coro alto obra del portugués Alonso Martínez a principios de siglo XVII, realizado en madera de nogal blanco sin policromar.
   Adosado al muro sur de la iglesia está el claustro procesional. Fue edificado entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. En el cuerpo inferior encontramos un armónico diseño con sucesión de arcos de medio punto decorados con tracerías caladas de estilo gótico. Cubierta con bóvedas estrelladas de gran solidez de nueve claves colgantes, sobre ménsulas. El cuerpo superior es más sobrio y funcional. En la actualidad, en este claustro encontramos el colegio público.
   El monasterio conserva otro claustro, el de la hospedería. Fue construido, para dar servicio de acogida a quienes solicitaban la hospitalidad de Montederramo. Es de planta cuadrada. Su cuerpo inferior está formado por cuatro esbeltos arcos de medio punto por cada lado con columnas de fuste liso y capitel alcarreño. En las enjutas de los arcos del piso inferior se labraron los medallones con bustos en altorrelieve, de los que destacamos al emperador Carlos V y su hijo Felipe II.
   Con la desamortización de Mendizábal del siglo XIX, el monasterio fue adquirido por un particular. En la actualidad, las dependencias donde vivían los monjes siguen en manos privadas.

14 de septiembre de 2020

ponte vella, monforte de lemos




   A Ponte Vella de Monforte de Lemos está situada en pleno centro de la ciudad, y es uno de los que atraviesan el río Cabe.
   Se cree que este puente es de origen romano, aunque su estructura actual pertenece a la última década del siglo XVI.
   Fue construido por Pedro Rodríguez de Ramberde en el siglo XVI por orden de Catalina de la Cerda y Sandoval, VII Condesa de Lemos, viuda de Pedro Fernández de Castro y Andrade.
   Se compone de seis arcos semicirculares, dos actualmente ocultos.

13 de septiembre de 2020

colegio de nuestra señora de la antigua, monforte de lemos



   Actualmente pertenece a la Fundación “Colexio Nosa Señora da Antigua, Monforte de Lemos”. Lo manda construir el Cardenal D. Rodrigo de Castro Osorio (1523-1600), siendo cardenal de Sevilla. Este Cardenal es hijo de la III Condesa de Lemos Dª Beatriz de Castro. En su visita a Santiago de Compostela, 1590, concibe la idea de construir aquí, en el solar de sus mayores, un pequeño Escorial, que fuera centro de cultura para Galicia, panteón familiar y museo de arte. Ya iniciadas las obras, sólo alcanza a ver los cimientos, pues muere en 1600 a los 77 años. Dispuso ser enterrado en este su colegio, y aquí está en un nicho al lado del evangelio, debajo de una estatua suya en actitud orante, obra de Juan de Bolonia.
   Los jesuitas, miembros de la Compañía de Jesús, fueron los escogidos, desde el principio para no sólo dirigir la construcción de la iglesia y edificio restante, sino para regentar el Colegio. Estarán aquí hasta 1767 en que son expulsados por orden de Carlos III. Desde entonces y hasta 1873, que vienen los escolapios, el Colegio del Cardenal fue dedicado con más o menos fortuna a diversos cometidos: Real Seminario, Centro Real Colegio de Humanidades y Bellas Artes, Instituto Provincial de Lugo. Este periodo duró 106 años.
   Es entonces cuando el apoderado del Duque de Alba, D. José Guitián y García hace las gestiones pertinentes para que se hagan cargo del Colegio los Escolapios, miembros de la Orden de las Escuelas Pías, fundada por el aragonés San José de Calasanz. Hacía 6 años que estos religiosos se habían hecho cargo, para ejercer su carisma, del Monasterio de S. Rosendo, en Celanova (Orense y 1867). Se llega a un acuerdo y firman el contrato por un lado el Conde de Lemos, D. Jacobo Fitz James Stuart y por el otro el Provincial de los escolapios P. Julián Viñas, el 31 de enero de 1873. Éstos se hacen cargo del Colegio el 18 de marzo del mismo año y en octubre-noviembre empiezan el curso con 153 alumnos de Primaria. A los 3 años los escolapios estuvieron cerca de abandonar colegio y ciudad, de manera sigilosa, por la situación económica insostenible, ya que ni el Duque, ni el Ayuntamiento querían pagar lo que se había estipulado en el contrato. Afortunadamente se llegó a un acuerdo y aún seguimos aquí. Los Escolapios terminaron las obras, realizan el mantenimiento, hacen mejoras y conservan el edificio, tal como está ahora. Llevan aquí, en 2020, 147 años.

11 de septiembre de 2020

conjunto monumental de san vicente do pino, monforte de lemos






    En este Conjunto Monumental de San Vicente do Pino, en la actualidad, encontramos tres monumentos emblemáticos de la ciudad: la Torre del Homenaje, el antiguo Monasterio de San Vicente del Pino y el Palacio Condal, que constituyen un complejo monumental y defensivo, reconstruido casi en su totalidad en el siglo XV.
   Las primeras noticias que tenemos de la Tierra de Lemos, se las debemos a Plinio, geógrafo romano que cita al pueblo de los Lemavos como habitantes del “Castro Dactonium”. El término Lemavos quiere decir “tierra fértil, suelo húmedo”. El “Castro Dactonium” algunos autores lo sitúan en el monte de San Vicente, pero nunca pudo ser excavado, ya que en el siglo X llegan a Monforte los monjes benedictinos y comienzan la construcción el monasterio de San Vicente del Pino, que lleva este nombre porque en este lugar había una ermita dedicada a San Vicente y delante de ella un pino.
   Como todos los complejos defensivos, estaba rodeado de una muralla y tenía varias torres para a su defensa. En la actualidad se conservan cinco de esas torres: la de Santo Domingo, la del Castillo Pequeño, de los Monjes, de los Arcos y de la Cárcel Vieja. También conserva dos puertas: la de la Alcazaba (del siglo XIII), conocida también como de la Carnicería o Pescadería por encontrarse en la antigua Plaza do Azougue, y la Nova (reconstruida en el siglo XV tras quedar destruida la primitiva después de la Revuelta Irmandiña). Esta conserva los escudos de los Condes de Lemos.
La Torre del Homenaje, posiblemente obra de Diego Pontones mide 30 metros de altura. Conserva el aljibe, que era el depósito de recogida del agua de lluvia para el uso de la torre. En el interior se puede ver una exposición y desde lo alto, hermosas vistas del valle de Lemos. En el recinto de la torre, se conserva parte de la muralla con su paseo de ronda.
El Monasterio de San Vicente está considerado como el primer monasterio levantado después de la invasión árabe en Galicia, aunque no consta documentalmente hasta el siglo X. La fachada es neoclásica. Corona el conjunto el escudo real y la imagen pétrea de San Benito. El claustro, también neoclásico, fue concluido en 1784 y destaca por su piso inclinado que facilitaba la entrada del agua de lluvia al aljibe. En la actualidad, el recinto alberga el Parador de Turismo.
Adosada al monasterio está la iglesia, con fachada renacentista. La iglesia es de traza gótica. Destaca el altar mayor, atribuido al maestro “Mil Bienes”. En la capilla izquierda del ábside está el altar churrigeresco de la Virgen de Montserrat, patrona de Monforte. Hay otras piezas interesantes como el retablo de Santa Ana del siglo XV o el sepulcro del Abad don Diego García con fecha del año 1334.
El Palacio dos Condes de Lemos es un edificio del siglo XVII. Sufrió un importante incendio en el año 1672, que duró 15 días y devastó parte del edificio e importantes documentos del archivo de los Castro. La puerta de acceso está realizada en mármol del Incio y sobre ella, podemos ver los escudos de armas de los Lemos: seis roeles de los Castro, castillo y león rampante de los Enríquez, y lobos de los Osorio. Hoy en día, alberga los salones para convenciones del Parador de Turismo.
   En este Conjunto Monumental de San Vicente do Pino, en la actualidad, encontramos tres monumentos emblemáticos de la ciudad: la Torre del Homenaje, el antiguo Monasterio de San Vicente del Pino y el Palacio Condal, que constituyen un complejo monumental y defensivo, reconstruido casi en su totalidad en el siglo XV.
   Las primeras noticias que tenemos de la Tierra de Lemos, se las debemos a Plinio, geógrafo romano que cita al pueblo de los Lemavos como habitantes del “Castro Dactonium”. El término Lemavos quiere decir “tierra fértil, suelo húmedo”. El “Castro Dactonium” algunos autores lo sitúan en el monte de San Vicente, pero nunca pudo ser excavado, ya que en el siglo X llegan a Monforte los monjes benedictinos y comienzan la construcción el monasterio de San Vicente del Pino, que lleva este nombre porque en este lugar había una ermita dedicada a San Vicente y delante de ella un pino.
   Como todos los complejos defensivos, estaba rodeado de una muralla y tenía varias torres para a su defensa. En la actualidad se conservan cinco de esas torres: la de Santo Domingo, la del Castillo Pequeño, de los Monjes, de los Arcos y de la Cárcel Vieja. También conserva dos puertas: la de la Alcazaba (del siglo XIII), conocida también como de la Carnicería o Pescadería por encontrarse en la antigua Plaza do Azougue, y la Nova (reconstruida en el siglo XV tras quedar destruida la primitiva después de la Revuelta Irmandiña). Esta conserva los escudos de los Condes de Lemos.
La Torre del Homenaje, posiblemente obra de Diego Pontones mide 30 metros de altura. Conserva el aljibe, que era el depósito de recogida del agua de lluvia para el uso de la torre. En el interior se puede ver una exposición y desde lo alto, hermosas vistas del valle de Lemos. En el recinto de la torre, se conserva parte de la muralla con su paseo de ronda.
El Monasterio de San Vicente está considerado como el primer monasterio levantado después de la invasión árabe en Galicia, aunque no consta documentalmente hasta el siglo X. La fachada es neoclásica. Corona el conjunto el escudo real y la imagen pétrea de San Benito. El claustro, también neoclásico, fue concluido en 1784 y destaca por su piso inclinado que facilitaba la entrada del agua de lluvia al aljibe. En la actualidad, el recinto alberga el Parador de Turismo.
Adosada al monasterio está la iglesia, con fachada renacentista. La iglesia es de traza gótica. Destaca el altar mayor, atribuido al maestro “Mil Bienes”. En la capilla izquierda del ábside está el altar churrigeresco de la Virgen de Montserrat, patrona de Monforte. Hay otras piezas interesantes como el retablo de Santa Ana del siglo XV o el sepulcro del Abad don Diego García con fecha del año 1334.
El Palacio dos Condes de Lemos es un edificio del siglo XVII. Sufrió un importante incendio en el año 1672, que duró 15 días y devastó parte del edificio e importantes documentos del archivo de los Castro. La puerta de acceso está realizada en mármol del Incio y sobre ella, podemos ver los escudos de armas de los Lemos: seis roeles de los Castro, castillo y león rampante de los Enríquez, y lobos de los Osorio. Hoy en día, alberga los salones para convenciones del Parador de Turismo.

10 de septiembre de 2020

monasterio de san salvador de ferreira, ribeira sacra









   Único monasterio femenino de la Ribeira Sacra que mantiene vida religiosa (en la actualidad hay nueve religiosas), también conocido como Monasterio de las Bernardas.
   En la localidad de Ferreira de Pantón encontramos el único monasterio que todavía conserva vida monacal en toda la Ribeira Sacra.
   Se funda en el siglo X como monasterio dúplice y así permanece hasta que en el siglo XII son suprimidos este tipo de monasterios. En el año 1175 se anexiona al Císter y se inicia una nueva etapa de renovación espiritual y económica.
   El monasterio conserva la iglesia románica del siglo XII. Se trata de uno de los ejemplares de arte románico más interesantes de la Ribeira Sacra. Tiene la cabecera semicircular con interesante iconografía. Fue construida antes de la anexión del monasterio al Císter. La nave es rectangular. Está cubierta con un artesonado de tradición mudéjar del siglo XVI. En el siglo XVIII, se le anexiona en el muro sur una capilla dedicada a San Roque.
   En el interior, destacamos en la cabecera el refuerzo de la bóveda de cascarón con dos nervios que además sirve como elemento decorativo. Presenta variedad de capiteles con decoración vegetal, zoomorfa e historiada. A la izquierda podemos ver en primer lugar, un capitel en el que aparecen representado dos grifos (animales que se toman de la mitología oriental con el cuerpo de león y cabeza de águila) que protegen a dos bueyes ungidos. Algunos autores dicen que tenemos representada la doble naturaleza de Cristo, la humana en la figura de los bueyes y la divina, en la de los grifos. Seguidamente, un capitel con hoja de acanto del que asoma un cachorro de león. A la derecha, vemos en primer lugar, un capitel que representa a Sansón dominando a dos leones. A continuación, un personaje que tiene alas con dos leones humillados a sus pies, que interpretan algunos autores como Daniel en el foso de los leones. A ambos lados del tramo recto del ábside, se pueden ver dos sepulcros de tipología gótica.
   En el exterior de la cabecera, tenemos una variada colección de canecillos con interesante iconografía. Destacamos en el lado norte, los dedicados a la juglaría con la representación del trovador, el juglar y la “soldadeira”. Están colocados jerárquicamente y el juglar perdió su cabeza, ya que eran imágenes que se mutilaban con frecuencia ya que consideraban indecoroso e inmoral actuar a cambio de dinero. En el muro sur, destacamos al basilisco, animal híbrido del que San Bernardo decía que con sólo mirarlo uno moría.
   La fachada del monasterio es barroca del siglo XVIII, muy sencilla siguiendo las pautas del Císter. El claustro es renacentista del siglo XVI, con el primer cuerpo realizado en piedra y el segundo en madera.
Las monjas guardan en el interior del monasterio una imagen de una Virgen con el Niño, románica de finales del siglo XII o principios del XIII.

9 de septiembre de 2020

castillo de castro caldelas








Situación: La fortaleza de Castro Caldelas se encuentra en la provincia de Orense, comarca de Terra de Caldelas, municipio, parroquia y localidad de O Castro Caldelas, , a 47 kilómetros de Orense. Castro Caldelas está situada en la confluencia de la C-536, Ourense - A Rua, paralela a la Vía Nova romana de Braga a Astorga y la carretera Lu-601 a Monforte. A la fortaleza se llega por una calle empedrada desde la misma plaza de la población.
Historia: Como en otras importantes villas gallegas, la historia de O Castro Caldelas se inició en su castro celta y en la posterior fortificación superpuesta sobre el primigenio poblamiento, sobre la que se levantó a su vez, a finales de la Edad Media, el magnífico castillo en torno al cual creció la actual villa.
Las primeras referencias que se conocen de esta comarca, con su nombre actual, se remontan al siglo IX. Durante el siglo X la familia Gutier Menéndez se hizo con las tierras de Caldelas gracias a las donaciones de los reyes Sancho Ordoñez, Ramiro II y Ossino. La época medieval fue de gran esplendor. Así, en el siglo XII se convirtió en villa de realengo gracias de los fueros que le concedieron en 1172 Fernando II, Emperador de Galicia, León y Asturias, y en 1228 Alfonso IX. En el siglo XIV pasó a manos de don Pedro Fernández de Castro por donación del rey Alfonso XI, aunque pronto pasaría a manos de los condes de Lemos.
El castillo de Castro Caldelas fue testigo de episodios históricos tales como las Guerras Irmandiñas, entre las que la tradición oral sitúa al propio Mariscal Pero Pardo de Cela, así como del asentamiento de una importante colonia judía, cuyas lápidas funerarias son hoy apreciables en el centro de la villa.
Buena parte de la fortaleza fue derribada durante las Revueltas Irmandiñas, siendo reconstruida por don Rodrigo Enríquez Osorio, conde de Lemos, a costa de aumentar considerablemente los impuestos a los vecinos, situación que motivó pleitos entre el concello y el conde en la Audiencia de Valladolid, que fueron por fin resueltos en 1534 por el rey Carlos I a favor de los vecinos.
Durante la Edad Moderna la abigarrada fortaleza se convirtió en una construcción renacentista de carácter marcadamente palaciego. El último episodio militar que protagonizó el castillo fue durante la Guerra de la Independencia, el ataque dirigido por los caldéanos al 15º regimiento de la división del general Marchand, quien como represalia mando incendiar la villa y el castillo, perdiéndose en dicho incendio importante documentación sobre la historia de la comarca. A partir de 1794 el señorío de Lemos se incorporó a la casa de Alba a través del XVIII conde de Lemos, Carlos Miguel Fitz-James Stuart. El edificio estuvo habitado hasta el siglo XIX por Sol Stuart, pariente de los Duques de Alba.
Descripción: La fortaleza de Castro Caldelas es un buen ejemplo de arquitectura militar y defensiva. En la puerta de uno de los torreones se hace alusión a obras de reconstrucción en el siglo XVI, aunque se conservan zonas indudablemente más antiguas como la torre del Reloj. El amplio patio de armas está flanqueado por cuatro sectores de torres, símbolo de los condes de Lemos. En el edificio pueden verse murallas, troneras, matacanes y barbacanas, así como varios grabados con las armas de los Castro, los Osorio, los Enríquez y la tau templaria.
Lo primero que el visitante se encuentra al entrar en esta fortaleza es el patio de armas, desde el que se puede acceder a las distintas dependencias. Por encima y a ambos lados del patio se encuentra el palacio, con sus corredores abalconados que albergan la biblioteca, el museo etnográfico y otros servicios. Al fondo, y centrado en el patio, hay un enorme brocal de pozo y a su lado los restos del antiguo horno.
En el primer piso del palacio, al lado de la torre del Reloj, se encuentran las salas dedicadas a los estudios arquitectónicos de la comarca, en las que pueden verse gráficos y explicaciones con gran detalle sobre la construcción de monasterios, hornos, viviendas, etc.
En la llamada torre del Reloj, además de poder admirar la antigua maquinaria funcionando, hay algunas piezas etnográficas y unas espectaculares panorámicas desde las ventanas con “faladoiros”.
Ahora si que empezamos la subida a la parte más alta del castillo, exceptuando la torre del homenaje, que por su estado no se puede visitar. Desde aquí podemos contemplar toda la distribución del conjunto, el esquema constructivo de las murallas, troneras, matacanes y barbacanas y, por supuesto unas espléndidas vistas de la villa y del entorno.
En el patio sur donde se pueden apreciar restos de torreones, un bonito reloj de sol, otros restos arqueológicos y la espectacular torre del homenaje.
Estado de conservación: Su restauración es parcial, y están en estudio los restos recientemente encontrados en el subsuelo.

xunqueira de espadanedo


 

8 de septiembre de 2020

monasterio de santa maría de xunqueira de espadanedo, ribeira sacra







   El monasterio cisterciense de Santa María de Xunqueira de Espadanedo tiene su origen en un cenobio altomedieval que se consolida como benedictino en el siglo XII. A finales del XII se integra en la orden del císter de la mano del vecino monasterio de Montederramo.
   De la época medieval conserva la iglesia de planta basilical con tres naves rematadas en ábsides semicirculares. En el templo destacan el altar pétreo, la pila bautismal y una interesante colección de capiteles historiados. En la Edad Moderna (S. XVI-XVIII) se reedificará el Claustro Regular y posteriormente se levanta ex novo la Hospedería y Portería. La fachada de la iglesia, al igual que la torre, se reconstruye entre 1801-1802.
   Las cabeceras de los ábsides medievales se visten con retablos modernos que se explican en la Contrarreforma. El programa iconográfico del templo gira en torno a dos temas fundamentales: la figura de María (retablos principal y de la entrada) y la exaltación del monacato occidental en la figura de sus fundadores, San Benito de Nursia y San Bernardo (retablos barrocos).