16 de noviembre de 2020

puente de o burgo, pontevedra










   El primitivo puente fue construido por las tropas romanas para salvar el lecho del río Lérez en una de sus principales rutas de comunicación terrestre.

   Poco o nada se conoce sobre el antiguo puente. Nadie pudo establecer con exactitud su situación, dimensión o configuración. El hallazgo del miliario de Adriano, datado en el año 134, y la alineación del camino medieval de A Santiña, indican que podría estar aguas abajo respecto del actual, ya que en la época romana el lecho del río era mucho menos ancho.

   Mientras duró el imperio romano, se mantuvo la infraestructura de comunicación unos cuantos siglos más.

   Hasta bien entrado el s. XII, el comercio terrestre y marítimo no volvería a reactivarse. Durante este tiempo se cree que el puente se mantuvo en pie hasta la refundación de la ciudad en 1169, aunque en tan mal estado que hubo necesidad de hacer uno nuevo a su lado.

El primitivo puente contaba con quince arcos rebajados de medio punto construidos en mampostería. En la actualidad solo son visibles once, ya que los avances de los diques ocasionaron el soterramiento de cuatro de ellos, que se descubrieron en las excavaciones arqueológicas realizadas en 2006. También de los apenas tres metros de ancho que tenía en el s. XII se fue ampliando hasta los más de once que tiene hoy en día.

   Es paso obligado del Camino Portugués de peregrinación a Santiago, que sigue en buena parte el trazado de la vía romana XIX.