20 de octubre de 2019

catedral de san juan bautista, badajoz



La catedral de San Juan Bautista fue construida sobre una antigua iglesia visigoda o mozárabe, entre los siglos XIII y XVIII. Destaca su claustro gótico, datado en el s.XVI y su magnífica torre de 41 metros de altura. La catedral está fortificada con almenas.
La catedral de San Juan Bautista, se encuentra en la plaza de España.
Esta catedral, consagrada en el año 1276, y declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931, fue construida, en su mayoría, entre los siglos XIII y XV, sobre una antigua iglesia visigoda o mozárabe situada en el campo de San Juan, en el exterior de la alcazaba.
Ciertas reformas secundarias como la construcción de las capillas laterales, el claustro o las portadas, se llevaron a cabo entre los siglos XVI y XVIII.
Se trata de una construcción en granito, de estilo gótico severo, fuerte y poco estilizado, con tres naves, crucero y tres ábsides.
Los pilares son fasciculados para recoger los nervios de las bóvedas de crucería.
Parte destacada del conjunto es su claustro, que data de principios del siglo XVI, de estilo gótico y manuelino, con pandas abiertas al patio mediante arcos apuntados.
En las galerías se pueden observar bóvedas de crucería compleja, propias de épocas más tardías.
Desde el exterior, destaca la gran torre campanario, con 41 metros de altura, y coronada con almenas, como el resto de la catedral, lo que se debe al carácter fronterizo con Portugal, que aconsejaba la fortificación de las iglesias.
También son reseñables las puertas de San Juan, del Cordero y de San Blas.
En su interior, la catedral cuenta con varios elementos de interés, destacando el retablo mayor, hecho en barro, de 1717.
Bellas son también las rejas de forja, del siglo XVII, así como las tallas, pinturas y tapices, las capillas, el coro, el archivo o la lámpara central, con 102 brazos y 3.750 kilos de peso.
En este templo tuvieron lugar los desposorios del futuro rey don Fernando VI con la infanta portuguesa doña Bárbara de Braganza, en 1729.

casas mudéjares, badajoz


Las Casas Mudares están situadas en Plaza de San José, son las casas más antiguas de la ciudad y están datadas en el siglo XV. Son el testimonio vivo de las construcciones entonces realizadas y que ocupaban todo lo que hoy conocemos como Plaza Alta y Plaza de San José.
En su origen estas casas fueron ocupadas por comerciantes, de ahí la posterior construcción del porche. Cabe destacar en su fachada los arcos de estilo mudéjar y las columnas donde se soportan, provenientes de época visigoda siglo VII y probablemente reaprovechadas del interior de la Alcazaba. También encontramos dos cruces cristianas que responden a cuando las casas pasaron a ser propiedad del clero del siglo XVII al siglo XVIII.
En su interior encontramos restos de lo que fue un lagar, también un gran arco en ladrillo rojo que separa dos dependencias de las casas. Dentro de las casas se en cuenta un patio recientemente rehabilitado con restos de un posible jardín mudéjar.
Actualmente en estas casas se encuentra ubicado el Centro de Información Turística y Acogida al Visitante de las Casas Mudéjares.

puerta de las palmas, badajoz


Situación: La Puerta de Las Palmas pertenece al Recinto abaluartado de Badajoz, y se encuentra situada en la Plaza de los Reyes Católicos.
Historia: Esta puerta fue construida en el siglo XVI (hacia 1460) frente al Puente de Palmas, sobre el río Guadiana, abierta en las murallas medievales con las que contaba la ciudad en aquel entonces, manteniéndose posteriormente con la construcción del Sistema Abaluartado.
Originalmente se llamaba Puerta Nueva, pero cambió ese nombre al construirse en el siglo XVII otra puerta frente a donde hoy se tiende el puente de la Autonomía.
La puerta ha experimentado numerosas transformaciones desde su construcción, y ha cumplido distintas funciones según las épocas: punto de vigilancia, alojamiento de tropas, aduana, puesto de control, prisión, etc.
Descripción: La puerta está flanqueada por dos sólidos torreones cilíndricos coronados de almenas, y rodeados en la parte superior y en la base por un cordón encorchado de granito. La cara exterior del arco ostenta el escudo imperial de Carlos V.

casa álvarez buiza, badajoz



La Casa Álvarez Buiza es uno de los edificios más destacados de Badajoz dentro del estilo regionalismo andaluz. Destaca por la utilización profusa de decoraciones de azulejos, vidriados, referías y ladrillo visto, además de ello resalta la ordenación de ventanas en su fachada. Hoy en día es sede del Colegio de Aparejadores.

palacio municipal, badajoz


la giraldilla, badajoz


El edificio La Giralda fue construido en varias fases entre 1923 y 1933 siguiendo el proyecto de Luciano Delage Villegas. También cuenta integrada una construcción diseñada por Rodolfo Martínez que se añadió cuando se demolió la antigua ermita de la Soledad.
La Giralda es de estilo historicismo neo-mudéjar. En principio tenía una función residencial y comercial, ya que en sus plantas inferiores se alojaban los almacenes “La Giralda” y en las dos superiores la vivienda del propietario y promotor, Manuel Cancho Moreno.

puente de palmas, badajoz


palacio de los figueroa o palacio de los duques de la roca o de los duques de feria, badajoz



Situación: El Palacio de los Duques de la Roca o de los Duques de Feria se encuentra en el interior del recinto de la Alcazaba de Badajoz.
Historia: Fue construido por Lorenzo Suárez de Figueroa, Gran Maestre de la Orden de Santiago, entre los años 1387 y 1410.
En el siglo XVIII formó parte del cuartel de San José y en la Guerra de la Independencia quedó en estado ruinoso. Restaurado entre 1972 y 1989, el edificio alberga actualmente el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz.
Descripción: Se trata de una residencia señorial renacentista con trazas medievales y mudéjares. Destacan los cuatro torreones que flanquean sus esquinas y el gran arco escarzano que preside la fachada principal.
En el exterior, y como elemento decorativo, tenía tres esgrafiados, de los que hoy sólo se conserva uno en la ventana del primer piso de la parte izquierda de la torre. Este esgrafiado representa a un dragón tragándose a un hombre del que sólo se ve parte del cuerpo y las piernas.
Estado de conservación: Ha sido restaurado y se encuentra en buen estado de conservación, aunque ha perdido los elementos defensivos que un día debió tener.

plaza alta, badajoz



torre de espantaperros o torre de la atalaya, badajoz




Situación: La Torre de Espantaperros o de la Atalaya se encuentra situada en la parte oriental de la Alcazaba de Badajoz, en la antigua Plazuela del Reloj, tras salir por el Arco del Toril de la Plaza Alta, junto a La Galera y sus Jardines.
Historia: Fue construida por los almohades en el año 1170, en concreto por el Califa Abu Yaqub Yusuf.
Descripción: La Torre de Espantaperros es uno de los monumentos almohades más notorios de la Península Ibérica, y constituye la torre de vigilancia más fuerte de todo el recinto de la Alcazaba de Badajoz.
Esta torre es de tipo albarrana, es decir, se encontraba por delante de la muralla y unida a ella por un arco y un estrecho pasillo. Las torres albarranas son características de la arquitectura militar islámica en la Península Ibérica, aunque por lo general son de bastante menor tamaño que ésta.
La Torre de Espantaperros es de planta es octogonal y se conserva en toda su altura. La mayor parte de la torre es maciza, salvo sus dos plantas superiores que constituyen dos cámaras anulares abovedadas.
Originalmente estaba rematada por una pequeña construcción cuadrada decorada con arcos entrecruzados, al que en la época cristiana se le superpuso el remate de estilo mudéjar que ahora puede verse. Este remate mudéjar tenía como fin alojar una campana que actualmente se conserva en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz y que fue desmontada a finales del siglo pasado. Precisamente el nombre de Espantaperros le fue dado, al parecer, por el sonido que producía la campana.
Las torres poligonales no son infrecuentes en la arquitectura almohade andalusí, y por citar algunos ejemplo: la Torre de Torrequebrada, también en el término municipal de Badajoz, o la Torre del Oro en Sevilla. Su construcción formaba parte de reforzamientos de las fortificaciones que emprendieron los almohades en todo Al-Andalus, necesitado de defensa ante el empuje bélico y territorial de los reinos cristianos del norte. De hecho, la Alcazaba de Badajoz, tal y cómo hoy se nos presenta, es el resultado de éste programa constructivo.
Estado de conservación: Ha sido restaurada recientemente.

19 de octubre de 2019

iglesia de san juan bautista, badajoz


La Iglesia de San Juan Bautista tiene su origen en la capilla del antiguo convento de San Francisco, fundado en la segunda mitad del siglo XIII.
El convento tuvo un gran claustro, construido en el siglo XVI. La capilla fue reedificada en 1732 según el proyecto de Fray Juan Tamayo, y sufragada con las aportaciones del rey Juan V de Portugal, a quien se le dedicó una capilla de gran tamaño, hoy capilla del Sagrario. Los franciscanos abandonaron el convento con la exclaustración de 1835, y el edificio sería cedido para cuartel de 1844. La capilla del antiguo convento sería devuelta el culto en 1957, estableciéndose en ella la parroquia de San Juan Bautista en 1966.

13 de octubre de 2019

castillo de miraflores o castillo de alconchel







Situación: La localidad de Alconchel se encuentra en la parte occidental de Badajoz, al sur de Olivenza, muy cerca de un río de pequeñas dimensiones que es afluente del Guadiana y que le servía de defensa natural. El castillo se encuentra en el cerro de Miraflores, una zona elevada y de díficil acceso desde la que domina el territorio circundante.
Historia: De la etapa musulmana de la fortaleza no ha quedado ningún resto, tan sólo el recuerdo que mantiene el topónimo de la localidad, aunque son evidentes las naturales condiciones defensivas del emplazamiento y por lo tanto el interés por la zona desde antiguo.
El castillo que ahora puede verse es obra enteramente cristiana. Don Alonso I de Portugal protagonizó su reconquista en 1166. En 1145 fue portugués pero enseguida fue recuperado por España. Estuvo bajo control de lor templarios etre 1264 y 1312, año en que desaparece la Orden. A partir de entonces se hicieron reformas para convertirlo en una plaza de importancia estratégica por su cercanía con Portugal, construyéndose los sucesivos recintos y elementos fortificados a los largo del siglo XIV y sobre todo en la segunda mitad del XVI, cuando era propiedad señorial de Don Gutierrez de Sotomayor, que además fue Maestre de la Orden de Alcántrara. Dada esta situación fronteriza y de vecindad con Portugal, la fortaleza desarrolló importantes cometidos militares en las sucesivas campañas y enfrentamientos con el país vecino, sobre todo durante el siglo XVI, época en la que se acondicionaron sus defensas para poder disponer de artillería y demás armas pesadas. Perteneció al marquesado de San Juan de Piedras Albas y de Bélgida desde 1690 hasta el siglo XIX.
Cabe destacar el origen del nombre de Alconchel. En mozárabe quiere decir la concha y hace referencia a las irregularidades del terreno, lleno de capas de distinto nivel, que semejan las escamas que forman las conchas.
Descripción: La posición de la fortaleza supone un primer punto defensivo debido a su difícil acceso. Consta de varios recintos envolventes dispuestos de forma concéntrica en distintas curvas de nivel, con el lógico trazado irregular a que obliga la topografía del terreno, y contaba con 5 aljibes. Su recinto exterior se extiende en lo alto del promontorio reforzando la zona más facilmente accesible y por lo tanto la más necesitada de defensas arquitectónicas.
En lo alto se yergue el cuerpo principal del castillo, al que se penetra a través de una portada gótica con torres redondas en las esquinas, ligeramente más altas que los lienzos contiguos de la muralla. Este cuerpo está formado por un récinto almenado y reforzado con cubos redondos adosados, con aspilleras o pequeños vanos de forma alargada y muy estrecha desde donde se disparaban flechas o dardos, en los adarves. Bajo los merlones del mismo sirve de adorno una moldura de ladrillo, doble en las torres, como contraste plástico respecto a la rectitud del conjunto militar. Sus muros son de gran grosor y sus puertas presentan matacanes.
Dentro de este cuerpo, y ocupando el punto más alto del cerro, se halla el último recinto interior donde se emplazaban las dependencias de uso residencial y la torre del homenaje. La torre del homenaje es el elemento que más destaca del entramado arquitectónico. Se sitúa en el patio, tiene planta cuadrangular y cuenta con tres pisos, que lo dotan de una gran altura, algunos de los cuales se acusan fuera mediante la disposición de pequenas cornisas. La torre debía de ser mayor pues le faltan las almenas que cubrirían su cornisa. En sus muros se abren algunas saeteras que permiten completar sus defensas, y pequeñas ventanas desde donde se domina toda la fortaleza y el amplio entorno que se extiende a los pies.
El acceso al edificio se puede hacer a través de dos puertas. La principal, que se ha restaurado hace poco tiempo, remataría en un arco apuntado encuadrado en un alfiz que albergaba el escudo de armas, del que sólo tenemos noticias pues se ha perdido. La otra puerta tiene menos importancia y se ubicaba en la parte opuesta de la entrada principal.
Materiales: El material utilizado es la piedra realizada en mampostería, es decir, poco o nada elaborada. Junto con este material, hay influencias de tipo mudéjar como la utilización del ladrillo a modo de separación para las saeteras y las almenas.
Estado de conservación: El estado del edificio es bastante regular pues de él se conservan sólo algunas estructuras. Se pueden observar sus muros con sus torres y la torre del homenaje que ha perdido sus almenas. También se ha perdido el recinto exterior que rodeaba al edificio. Ha sido restaurado, y en su interior se ha instalado una hospedería.

12 de octubre de 2019

iglesia de santa maría del castillo, olivenza



olivenza


puerta de los ángeles, olivenza


puerta de alconchel, olivenza


puerta de san sebastián, olivenza


castillo de olivenza



Situación: El Castillo de Olivenza se encuentra en la localidad del mismo nombre, provincia de Badajoz.
Historia: En 1228, el castillo fue recuperado por los templarios de las manos musulmanas. A lo largo del siglo XIII, alternó etapas de dominio portugués con español. En el siglo XVI, por el crecimiento que experimentaba la población, se amplió su perímetro. En 1801, se convirtió en plaza española y, en 1811, los franceses se hicieron con ella, pero fue nuevamente reconquistada: primero por los anglo-portugueses y luego por los españoles.
Es curiosa la inscripción que nos aparece en una lápida colocada hoy en el Ayuntamiento. Esta inscripción surgió con el rey portugués Don Dionis después de que la plaza fuera abandonada por la Orden del Temple en 1306. Hace referencia a la fecha en que fue construido el castillo y al nombre de quien lo mandó edificar.
Descripción: Como elementos defensivos, destacan sus enormes y recias torres sin apenas vanos y con pequeñas aspilleras desde donde se disparaban las flechas. La muralla, del siglo XIV, protegía de la amenaza exterior. Sus muros se caracterizan por su enorme grosor y altura. No hay almenas en los muros pero sí aparecen matacanes defensivos en sus torres.
La torre del homenaje la mandó construir Juan II. Tiene 36 m de longitud y 18 m de lado. Se accede a ella por medio de 17 rampas con cubierta de bóveda. Presenta tres pisos de los cuales destaca el último por su decoración con capiteles y por sus ornamentos arquitectónicos. En la parte superior, se sitúa la terraza con matacanes.
Esta construcción tuvo tres puertas. Destaca la puerta de Alconchel que está formada por dos torreones circulares que enmarcan una puerta con arco de medio punto abovedado; no aparecen elementos decorativos. Otra puerta es la del Calvario que presenta arco de medio punto y que está rematada en un frontón partido en su parte central para albergar elementos ornamentales.
Materiales: Los muros del edificio están hechos en mampostería y los ángulos en sillares bien trabajados y perfectamente escuadrados; esto nos permite distinguir claramente una parte de la otra. El material utilizado es la piedra; sin embargo, en algunas partes del edificio, este material se alterna con el ladrillo que es de clara reminiscencia árabe.
Estado de conservación: A pesar de los avatares históricos que ha tenido pasando de manos portuguesas a españolas y viceversa, el estado en que se encuentra el edificio es bueno. Durante el siglo XIX. En 1975, se abordó su restauración para conseguir la imagen que había tenido en tiempos pasados y para convertirlo en el museo de la ciudad.

calle avelino palma brioa, olivenza


8 de octubre de 2019

teatro romano, medellín



El teatro romano de Medellín se localiza en la ladera sur del Cerro del Castillo, dentro de los límites de un importante yacimiento arqueológico cuyos orígenes se remontan al Bronce Final y el período Orientalizante.
Las intervenciones arqueológicas desarrolladas en su recinto desde el año 2007 han sacado a la luz detalles de la estructura de su graderío y escenario, recuperándose además una gran cantidad de elementos decorativos, como el opus sectile del frons pulpite, elementos de su columnatio y varias piezas escultóricas.
Los materiales, técnicas y decoraciones utilizados en su construcción han permitido fechar su erección en época tardo-republicana o protoaugustea, detectándose reformas posteriores de época claudia y del siglo II.
Aunque el estado de conservación del graderío del teatro resulta excepcional, la situación de su muro perimetral exterior es irregular, habiendo desaparecido gran parte de su sección y presentando grandes roturas en los lugares en los que se ubican las puertas de acceso. La fuerte pendiente de la ladera en que se asienta este monumento ha hecho que las aguas de lluvia y los materiales arrastrados por ella hayan erosionado los muros. En consecuencia, tales erosiones han provocado la disolución de sus morteros, la aparición de depósitos de sales así como también profundas pérdidas en su mampostería.
Por su parte, el conjunto del frons scenae se ha derrumbado, lo cual no ha evitado rescatar buena parte de los elementos que lo constituían, tales como las columnas y esculturas ya mencionadas.
No obstante, la impresión general ofrecida por el monumento resulta muy atractiva y sugerente pues a la excepcionalidad de las partes conservadas cabe sumar su sorprendente ubicación, justo debajo del castillo medieval y al mismo tiempo elevado detrás de una iglesia datada en el siglo XIII, todo lo cual conforma una interesante impresión escénica donde formas y volúmenes de diferentes épocas y estilos se superponen en una alineación que pudiera parecer intencional aunque en realidad obedece a la casualidad.
Es preciso señalar que la mayoría de las columnas que se han recuperado conservan el estuco que las recubría a modo de decoración. Este detalle resulta extraordinario (el estuco es un material bastante vulnerable), máxime teniendo en cuenta que las piezas han permanecido entorno a dieciséis siglos enterradas. Así pues, hoy se puede apreciar las dinámicas acanaladuras y la delicada decoración que revisten los fustes y capiteles jónicos, todos ellos labrados en granito. Entre las esculturas desenterradas merecen especial mención dos estatuas femeninas de mármol, togadas, tratadas con una exquisita técnica de paño mojado y además una esfinge, fabricada con el mismo material.
Justo detrás del frente escénico (frons scenae) Se ha documentado una calzada cuyo enlosado todavía se conserva, así como también la cloaca que discurre bajo aquélla. Por otro lado, junto al acceso occidental del teatro se abre un amplio recibidor, llamado versura, desde el que arranca el pórtico columnado que acompañaba el trazado de la referida calzada. De este pórtico sólo se conservan las partes inferiores de las ciclópeas columnas que lo soportaban. Además, resaltar la presencia de un colosal muro anejo perpendicularmente a la pared exterior del teatro y cuya función consistía en soportar el peso de la planicie extendida en un nivel superior. Esta estructura se debe a la organización aterrazada que conoció el urbanismo romano desarrollado en la ladera del Cerro del Castillo.
En cuanto a las restantes partes del teatro, mencionamos en primer lugar el propio escenario, reconstruido con fidelidad al original atendiendo a los restos de madera carbonizada hallados en el lugar. Debajo de este espacio se abren las oquedades destinadas a alojar los mecanismos que manipulaban la tramoya asociada a la puesta en escena de la obra. Delimitando el escenario se encuentra el frons pulpiti. Este murete (en su tiempo recubierto de mármol) estaba destinado a recibir esculturas. Un amplio pasillo (itinera) separa la zona de la escena de la zona de las gradas. Ante ellas se abre la orchestra, semicírculo enlosado en mármol donde se situaba el coro. La proedia correponde a los primeros peldaños del graderío destinados al acomodo de los patricios quienes se sentaban en butacas sobre el granito cubierto de mármol. Ambos detalles, exclusivos de esta parte del graderío, denotan el aspecto lujoso de la proedia. A continuación se eleva la ima Cavea, ocho primeros peldaños de las gradas, para las personas del estamento militar. En su centro se incrusta el sacrarium espacio reservado para los cultos o colocación de figuras religiosas. Más arriba, se despliega la media cavea, ocho siguientes escalones, donde se sentaban el resto de ciudadanos libres. Finalmente, la summa cavea, hoy desaparecida, de menor capacidad, estaba construida en la zona superior y sus gradas alojaban a los esclavos y a las mujeres no patricias.
Todo para acoger a un total de entorno a 1700 espectadores.

castillo de medellín




Situación: La fortaleza de Medellín se alza sobre un cerro elevado inmediato a la ribera izquierda, la meridional, del río Guadiana, en la localidad de Medellín, en la zona norte de la provincia de Badajoz, cerca de las localidades de Castilnovo, Mérida, Magacela o Alange, en la confluencia de los caminos entre la romana Mérida y la zona de La Serena.
Historia: En el año 74, un campamento romano dio origen a la ciudad. Los testimonios literarios de la época musulmana son considerablemente antiguos, como los realizados por Al-Bakrí en el siglo X, o Al-Idrisi en el XII, diciendo que estaba su castillo muy bien poblado. Pasó de manos árabes a cristianas hasta su conquista definitiva por Fernando III en 1234.
Durante el siglo XIV paso por diversas manos muy belicosas, por lo que sufrió grandes desperfectos y reformas. Pedro I el Cruel mandó destruir al castillo, por la recriminación que Alfonso de Alburquerque, alcalde del mismo, le hizo al rey por sus amores con doña María de Padilla, siendo de esta manera infiel a su esposa doña Leonor de Aragón. En 1357 Enrique II construyó el actual castillo, pero su configuración definitiva se produce a lo largo de la segunda mitad del siglo XV, fecha en la que se aprovechan algunos recursos existentes de etapa anterior y se incorporan otros del momento, siendo su dueño el Conde de Medellín, Don Rodrigo Portocarrero, a quien debe corresponder el escudo jaquelado situado sobre la puerta gótica del lado occidental, con una tipología propia de mediados del siglo XV, y luego su viuda doña Beatriz Portocarrero.
Durante el gobierno de esta señora, especialmente belicosa, el castillo de Medellín se vió inmerso en un buen número de enfrentamientos armados por tomar partido al lado de la Beltraneja en los conflictos sucesorios a la Corona, entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja, entre 1475 y 1479, en los que también participó gran parte de la nobleza extremeña, como había ocurrido poco antes en los enfrentamientos entre Enrique IV y su hermano el Infante Don Alfonso. Por eso en estos años son justificables las distintas obras realizadas en la fortaleza para mejorar sus condiciones defensivas y de habitabilidad.
Varias veces sirvió de residencia a reyes portugueses por encontrarse de paso al país vecino. También sirvió como cementerio durante mucho tiempo.
Descripción: El castillo tiene forma alargada y se adapta al terreno donde se encuentra ubicado. Está formado por un cuerpo principal dividido interiormente en dos mitades por una muralla diafragma, flanqueado todo a su alrededor por un muro con cuatro cubos y dos torres en forma de prisma que son las que dividen el recinto en dos. El edificio tenía cuatro accesos pero únicamente se conservan dos, uno con arco de medio punto y otro con arco apuntado. Destacan también las dos portadas, una en forma de recodo y la otra de túnel.
El cuerpo principal de la estructura está configurado por varios lienzos planos que en su conjunto dibujan una forma oblonga dividida en dos partes a causa de la disposición transversal de una muralla diafragma en el medio. Alrededor existe otro recinto paralelo a modo de barbacana o antemuralla, pero colocado a escasos metros de la principal, aunque no se conserva en toda su extensión sí lo suficiente para comprobar su existencia y, sobre todo, para apreciar los interesantes sistemas de seguridad en los accesos, formados por torres y baluartes que se disponen en el medio de los flancos septentrional y meridional respectivamente. La estuctura de la puerta meridional fue realizada a comienzos del siglo XVI por iniciativa de Juan Portocarrero.
Entre los elementos más significativos y monumentales cabe señalar las dos altas torres que se elevan en el centro de los flancos norte y sur del cuerpo principal, ambas con interesantes sistemas de comunicación a base de escaleras y conductos que ponen en contacto las distintas plantas de sendas torres y los adarves de los muros contiguos así como con la muralla diafragma que, precisamente, divide el interior del castillo en dos partes, extendiéndose entre estas dos torres.
La muralla diafragma es un recurso que permite fragmentar o compartimentar el interior del castillo para facilitar su defensa en caso de necesidad, pero al mismo tiempo permite la circulación interior de sus defensores, tanto desde lo alto a través de un andén, como en la parte interior del mismo ya que cuenta con un pasillo o corredor dentro del muro. Tiene una tipología propia del último tercio del siglo XV, especialmente acusada en las dos torrecillas semicilíndricas o escaraguitas que se alzan en cada lado, sobre ménsulas escalonadas en redondo, habituales en los castillos señoriales de estas fechas, como otros detalles de la fortaleza, troneras, arcos conopiales y demás elementos.
De la época musulmana de este castillo se conservan escasísimos restos aunque muy interesantes, como e alibe hispano-musulmán espléndidamente conservado, constituido con dos naves con una columna al medio, de donde arrancan dos arcos que sirven de apoyo de las dos bóvedas de cañón correspondientes a las dos naves.
Materiales: La materia prima que se utilizó, tanto en el castillo como en la muralla, es la piedra. Se construyeron dos estructuras paralelas en mampostería, es decir, piedras escasa o nulamente trabajadas, y en sillarejo y sillares, es decir, piedras elaboradas de una forma más precisa.
Estado de conservación: Esta soberbia construcción defensiva sirvió durante muchos años como cementerio hasta que, en época reciente, se ha restaurado y se le ha devuelto su carácter de fortaleza. Muchos de sus entramados arquitectónicos primitivos se han perdido pero aún conserva sus esquemas defensivos que muestran la función protectora que ejercía en otros tiempos.

puente de los austrias, medellín


Esta magnífica obra de veinte ojos y cuatrocientos metros de longitud representa el tercer puente que el vado habría de conocer. El primero de aquéllos, de época romana, fue destruido por una riada anterior a 1525. Un segundo, de traza renacentista, vino a ser erigido en 1575, pero fue devastado a su vez por una nueva crecida del Guadiana en 1603. El puente que hoy se contempla data de 1630, como atestigua un interesante templete hacia la mitad de su trayecto. Con todo, todavía es posible distinguir en ambas orillas los restos de los dos puentes que le precedieron.

6 de octubre de 2019

acueducto de los milagros, mérida




arco de trajano, mérida



Ni es un arco triunfal, ni estuvo dedicado a la figura del famoso emperador Hispano. Fue la monumental puerta de acceso al espacio sagrado (temenos) que circundaba a un gigantesco templo de culto imperial. Todo el conjunto estaba cercado por un pórtico. Este templo, a su vez, quedaba englobado en el conjunto del foro provincial, donde nos consta la existencia de otro templo dedicado a la Concordia de Augusto, algunas de cuyas piezas forman parte del Obelisco dedicado a la Mártir.
El arco de medio punto, que conserva una altura de 15 metros desde el arranque de las pilas, era el vano central de una puerta con tres arcos, siendo los dos laterales menores y rebajados. Toda su estructura estaba realizada en sillares de granito.
Hoy lo vemos desprovisto de todo su revestimiento de placas de mármol y de las inscripciones que a buen seguro lució. Sólo restan las molduras de los arranques de las pilas. En él concluía el eje que segmentaba la ciudad de sur a norte, el kardo maximo, del que podemos ver algunas losas, y en él se iniciaba el enlosado de la plaza pública del foro. Como curiosidad, podemos aún ver en el suelo los goznes de las puertas que cerraban esta monumental puerta.

puente romano, mérida




El nombre en época romana del río que vemos era el de Anas, al que se le añadió posteriormente el prefijo árabe Guad, que significa río. Pues bien, este río tiene un puente, o “la puente”, como decían los antiguos, uno de los más largos de la antigüedad. Es la obra que da sentido a la existencia de esta ciudad y, por su valor estratégico, un elemento crucial para el comercio y para todas las guerras que han tenido como escenario al occidente de la península.
El puente, obra de tiempos de la fundación de la Colonia, está construido en su integridad de hormigón forrado de sillares de granito, está hoy compuesto por sesenta arcos de medio punto, tiene casi ochocientos metros de largo y doce metros de alto en los puntos más elevados. Los robustos pilares sobre los que se asientan estos arcos presentan tajamares redondeados aguas arriba en aquellos tramos que podían ser más castigados por la corriente. Además, las pilas de estos tramos están perforadas con arquillos a modo de aliviaderos, con el fin de reducir la resistencia a la corriente de una obra tan robusta como es la de este puente.
Hoy se nos muestra como una obra unitaria. Las batallas y las fuertes avenidas del Guadiana dieron al traste con alguno de sus tramos, constando restauraciones desde época visigoda hasta el siglo XIX, aunque las reconstrucción más importante es la llevada a cabo en el siglo XVII, en la cual se le añadieron cinco arcos en su tramo central y sendos descendederos que nos permiten acceder a la Isla. Sin embargo, en su estado original, estaba constituido en realidad por dos puentes, unidos en la Isla por un gigantesco tajamar que, a modo de cuña colosal, partía la corriente del Guadiana en dos. El tamaño de este tajamar era tal que, sobre él, se celebraba en tiempos de la Colonia romana un mercado de ganados.

templo de diana, mérida


En realidad se trata de un Templo de Culto Imperial ubicado al fondo de una gran plaza que fue parcialmente nivelada, ya que se evidencian en algunas zonas restos de un criptopórtico. De la plaza se conservan aún lastras de mármol de su pavimentación así como los muros que la delimitaban, también los dos estanques que flanqueaban al edificio. Debió de erigirse aún bajo el poder de Augusto.
El templo, de planta rectangular, se alza sobre un alto podio de granito que concluye en molduras. Sobre él asienta la columnata cuyos tambores de granito estuvieron estucados y pintados. Esta columnata rodea todo el templo. En su frente, al sur, presenta seis columnas sobre las que asentaba el tímpano. Una escalinata, de la que sólo se conserva la subestructura, servía de acceso a la cella. En una exedra que segmentaba la escalinata puede que se ubicara el altar.
Su estado de conservación excepcional se debe a que, durante siglos, el templo sirvió de cimiento y armazón del palacio renacentista del Conde de los Corbos, del que se conservan aún algunas partes. En dicho palacio se ha habilitado un centro de interpretación que desarrolla su contenido en torno a la importancia del edificio en época romana y sus usos posteriores. Gracias a los paneles informativos, proyección, piezas originales y réplicas, es posible saber como era este edificio dedicado al culto imperial

teatro romano, mérida






El Teatro se construye bajo el patrocinio de Agripa, yerno de Augusto, a caballo entre los años 16 y 15 a.C., cuando la Colonia fue promovida como capital provincial de la Lusitania. Al igual que el edificio contiguo del Anfiteatro, el Teatro se edificó parcialmente en la ladera de un cerro, lo que abarató sustancialmente los costes de su fábrica. El resto se erigió en obra de hormigón forrada de sillares.
Aunque los romanos no eran muy aficionados al teatro, una ciudad de prestigio no podía dejar de contar con un edificio para los juegos escénicos. El de Augusta Emerita fue especialmente generoso en su cabida: unos seis mil espectadores. Éstos se distribuían de abajo a arriba según su rango social en tres sectores de gradas, caveas summa, media e ima, separados por pasillos y barreras. A todas las gradas se accedía con facilidad desde escalerillas distribuidas de manera radial por las caveas. A través de pasillos se llegaba a las puertas de acceso o vomitorios.
La deteriorada grada superior o summa cavea era lo único que emergía del edificio antes del inicio de su excavación en 1910. Al quedar arruinadas desde antiguo las bóvedas de los accesos, sólo quedaban en pié los siete cuerpos de sus gradas, lo que dio lugar a que los emeritenses bautizaran a esas ruinas como las Siete Sillas.
La cavea ima, donde se acomodaban los caballeros de la ciudad, se modificó en época de Trajano, erigiendo en su centro un espacio sagrado rodeado de una baranda de mármol. Delante de la cavea ima vemos tres gradas más anchas y bajas, donde los magistrados y sacerdotes de la ciudad disfrutaban del espectáculo sentados en sillas móviles. Aquellos accedían a sus escaños desde las grandes puertas laterales ubicadas en ambos extremos. Sobre éstas puertas se hallaban las tribunas de los magistrados que costeaban el espectáculo.
El espacio semicircular donde se ubicaba el coro, la orchestra, luce un suelo mármol fruto de una reforma tardía. Tras la orchestra se eleva el muro del proscenio, de exedras circulares y rectangulares. Sobre él se desplegaba la escena. Originalmente era un entarimado de madera bajo el que se distribuían todos los artilugios de la tramoya.
La escena se cierra con un muro de treinta metros de altura, el frons scaenae, estructurado en dos cuerpos de columnas entre la cuales podemos ver estatuas de emperadores divinizados y de dioses del mundo subterráneo. Todo se eleva sobre un podio decorado con ricos mármoles. En el frente escénico se encuentran tres vanos por los que accedían los actores al escenario. El central, la valva regia, remata en dintel sobre el que se asienta la estatua sedente de la diosa Ceres (o Livia, la mujer de Augusto, deificada). Desde la coronación del frente escénico pendería una marquesina de madera para mejorar la acústica del recinto, ya de por sí excelente.
Tras el muro del frente escénico se desarrolla un amplio jardín porticado cerrado por muros con hornacinas que fueron decoradas con estatuas de miembros de la familia imperial. En el eje de este pórtico, en línea con la valva regia y el espacio sagrado de la ima cavea, se halla la aula sacra, un pequeño espacio sagrado con una mesa de altar donde se honraba a la figura del divino Augusto.