Situación:
El Castillo de Olivenza se encuentra en la localidad del mismo nombre,
provincia de Badajoz.
Historia:
En 1228, el castillo fue recuperado por los templarios de las manos musulmanas.
A lo largo del siglo XIII, alternó etapas de dominio portugués con español. En
el siglo XVI, por el crecimiento que experimentaba la población, se amplió su
perímetro. En 1801, se convirtió en plaza española y, en 1811, los franceses se
hicieron con ella, pero fue nuevamente reconquistada: primero por los
anglo-portugueses y luego por los españoles.
Es
curiosa la inscripción que nos aparece en una lápida colocada hoy en el Ayuntamiento.
Esta inscripción surgió con el rey portugués Don Dionis después de que la plaza
fuera abandonada por la Orden del Temple en 1306. Hace referencia a la fecha en
que fue construido el castillo y al nombre de quien lo mandó edificar.
Descripción:
Como elementos defensivos, destacan sus enormes y recias torres sin apenas
vanos y con pequeñas aspilleras desde donde se disparaban las flechas. La
muralla, del siglo XIV, protegía de la amenaza exterior. Sus muros se
caracterizan por su enorme grosor y altura. No hay almenas en los muros pero sí
aparecen matacanes defensivos en sus torres.
La
torre del homenaje la mandó construir Juan II. Tiene 36 m de longitud y 18 m de
lado. Se accede a ella por medio de 17 rampas con cubierta de bóveda. Presenta
tres pisos de los cuales destaca el último por su decoración con capiteles y
por sus ornamentos arquitectónicos. En la parte superior, se sitúa la terraza
con matacanes.
Esta
construcción tuvo tres puertas. Destaca la puerta de Alconchel que está formada
por dos torreones circulares que enmarcan una puerta con arco de medio punto
abovedado; no aparecen elementos decorativos. Otra puerta es la del Calvario
que presenta arco de medio punto y que está rematada en un frontón partido en
su parte central para albergar elementos ornamentales.
Materiales:
Los muros del edificio están hechos en mampostería y los ángulos en sillares
bien trabajados y perfectamente escuadrados; esto nos permite distinguir
claramente una parte de la otra. El material utilizado es la piedra; sin embargo,
en algunas partes del edificio, este material se alterna con el ladrillo que es
de clara reminiscencia árabe.
Estado
de conservación: A pesar de los avatares históricos que ha tenido pasando de
manos portuguesas a españolas y viceversa, el estado en que se encuentra el
edificio es bueno. Durante el siglo XIX. En 1975, se abordó su restauración
para conseguir la imagen que había tenido en tiempos pasados y para convertirlo
en el museo de la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario