Situación:
La localidad de Alconchel se encuentra en la parte occidental de Badajoz, al
sur de Olivenza, muy cerca de un río de pequeñas dimensiones que es afluente
del Guadiana y que le servía de defensa natural. El castillo se encuentra en el
cerro de Miraflores, una zona elevada y de díficil acceso desde la que domina
el territorio circundante.
Historia:
De la etapa musulmana de la fortaleza no ha quedado ningún resto, tan sólo el
recuerdo que mantiene el topónimo de la localidad, aunque son evidentes las
naturales condiciones defensivas del emplazamiento y por lo tanto el interés
por la zona desde antiguo.
El
castillo que ahora puede verse es obra enteramente cristiana. Don Alonso I de
Portugal protagonizó su reconquista en 1166. En 1145 fue portugués pero
enseguida fue recuperado por España. Estuvo bajo control de lor templarios etre
1264 y 1312, año en que desaparece la Orden. A partir de entonces se hicieron
reformas para convertirlo en una plaza de importancia estratégica por su
cercanía con Portugal, construyéndose los sucesivos recintos y elementos
fortificados a los largo del siglo XIV y sobre todo en la segunda mitad del
XVI, cuando era propiedad señorial de Don Gutierrez de Sotomayor, que además
fue Maestre de la Orden de Alcántrara. Dada esta situación fronteriza y de
vecindad con Portugal, la fortaleza desarrolló importantes cometidos militares
en las sucesivas campañas y enfrentamientos con el país vecino, sobre todo
durante el siglo XVI, época en la que se acondicionaron sus defensas para poder
disponer de artillería y demás armas pesadas. Perteneció al marquesado de San
Juan de Piedras Albas y de Bélgida desde 1690 hasta el siglo XIX.
Cabe
destacar el origen del nombre de Alconchel. En mozárabe quiere decir la concha
y hace referencia a las irregularidades del terreno, lleno de capas de distinto
nivel, que semejan las escamas que forman las conchas.
Descripción:
La posición de la fortaleza supone un primer punto defensivo debido a su
difícil acceso. Consta de varios recintos envolventes dispuestos de forma
concéntrica en distintas curvas de nivel, con el lógico trazado irregular a que
obliga la topografía del terreno, y contaba con 5 aljibes. Su recinto exterior
se extiende en lo alto del promontorio reforzando la zona más facilmente
accesible y por lo tanto la más necesitada de defensas arquitectónicas.
En lo
alto se yergue el cuerpo principal del castillo, al que se penetra a través de
una portada gótica con torres redondas en las esquinas, ligeramente más altas
que los lienzos contiguos de la muralla. Este cuerpo está formado por un
récinto almenado y reforzado con cubos redondos adosados, con aspilleras o
pequeños vanos de forma alargada y muy estrecha desde donde se disparaban
flechas o dardos, en los adarves. Bajo los merlones del mismo sirve de adorno
una moldura de ladrillo, doble en las torres, como contraste plástico respecto
a la rectitud del conjunto militar. Sus muros son de gran grosor y sus puertas
presentan matacanes.
Dentro
de este cuerpo, y ocupando el punto más alto del cerro, se halla el último
recinto interior donde se emplazaban las dependencias de uso residencial y la
torre del homenaje. La torre del homenaje es el elemento que más destaca del
entramado arquitectónico. Se sitúa en el patio, tiene planta cuadrangular y
cuenta con tres pisos, que lo dotan de una gran altura, algunos de los cuales
se acusan fuera mediante la disposición de pequenas cornisas. La torre debía de
ser mayor pues le faltan las almenas que cubrirían su cornisa. En sus muros se
abren algunas saeteras que permiten completar sus defensas, y pequeñas ventanas
desde donde se domina toda la fortaleza y el amplio entorno que se extiende a
los pies.
El
acceso al edificio se puede hacer a través de dos puertas. La principal, que se
ha restaurado hace poco tiempo, remataría en un arco apuntado encuadrado en un
alfiz que albergaba el escudo de armas, del que sólo tenemos noticias pues se
ha perdido. La otra puerta tiene menos importancia y se ubicaba en la parte
opuesta de la entrada principal.
Materiales:
El material utilizado es la piedra realizada en mampostería, es decir, poco o
nada elaborada. Junto con este material, hay influencias de tipo mudéjar como
la utilización del ladrillo a modo de separación para las saeteras y las
almenas.
Estado
de conservación: El estado del edificio es bastante regular pues de él se
conservan sólo algunas estructuras. Se pueden observar sus muros con sus torres
y la torre del homenaje que ha perdido sus almenas. También se ha perdido el recinto
exterior que rodeaba al edificio. Ha sido restaurado, y en su interior se ha
instalado una hospedería.
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