Esta
magnífica obra de veinte ojos y cuatrocientos metros de longitud representa el
tercer puente que el vado habría de conocer. El primero de aquéllos, de época
romana, fue destruido por una riada anterior a 1525. Un segundo, de traza
renacentista, vino a ser erigido en 1575, pero fue devastado a su vez por una
nueva crecida del Guadiana en 1603. El puente que hoy se contempla data de
1630, como atestigua un interesante templete hacia la mitad de su trayecto. Con
todo, todavía es posible distinguir en ambas orillas los restos de los dos
puentes que le precedieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario