Se trata de
un Parque Natural de belleza salvaje declarado Reserva de la Biosfera
por la UNESCO. Un
paisaje semidesértico de 42.500 hectáreas que impacta y sorprende con
cada nueva visita. Un espectáculo insólito al sureste de Navarra, próximo a
Tudela, que a pesar de su apariencia desnuda e inhóspita, esconde grandes
valores naturales.
En Bardenas
Reales, la erosión de sus suelos de arcillas, yesos y areniscas
ha esculpido caprichosas formas creando un mundo de apariencia casi lunar
poblado de barrancos, mesetas planas y cerros solitarios. Fuente de inspiración
de pintores y escritores y escenario de anuncios televisivos,
videoclips musicales y películas como "Airbag",
"Acción Mutante", "Orgullo y Pasión" o "El mundo nunca es suficiente".
El Parque
Natural de las Bardenas Reales es un paisaje pseudos estepario
esculpido a lo largo de millones de años a causa de la erosión. Situado a poco
más de 70 km.
de los Pirineos, y muy cerca de la capital de la Ribera, Tudela, se divide
en tres zonas que, de norte a sur, son: el Plano,
tierra de cultivo caracterizada por las elevaciones más suaves; la Bardena Blanca, la más
fotografiada y visitada donde se encuentran las principales formaciones Castildetierra y Pisquerra. También en esta zona, definida
por cabezos erosionados, barrancos secos y aspecto estepario, existe un
Polígono de Tiro que explica el vuelo de aviones militares; y la Bardena Negra, donde
el terreno se oscurece dando paso a los únicos bosques de pino carrasco de la
zona acompañados de matorral.
Una vez en
el parque, excepcionales miradores muestran las
diferencias de unas zonas a otras. Desde el Alto
de Aguilares se obtiene la más completa panorámica de la Bardena Blanca. El
Balcón de Pilatos es un
excepcional observatorio de aves. Puntos elevados que muestran la riqueza de
este territorio en el que se esconden tres reservas naturales:
el Vedado de Eguaras, un oasis
al norte del
parque que conserva las ruinas del castillo de Peñaflor; el Rincón del Bu en la Bardena Blanca (460 hectáreas) en
cuyos cortados se cría el búho real; y las Caídas
de la Negra
en la Bardena Negra,
(1.926 hectáreas)
cuyo nombre hace referencia a los cortados de hasta 270 metros de desnivel.
El Parque
Natural de Bardenas Reales cuenta además con
más de 700 km.
de caminos, pistas y cañadas, muchas señalizadas, que pueden ser recorridas por
los amantes del senderismo y el ciclismo. No
obstante, es recomendable ir acompañado de guías especializados en la primera
incursión a este enclave natural. Además de evitar el riesgo de perderse en
este desierto, le ayudarán a interpretar este paisaje cuya flora y fauna es más
propia del desierto africano que del norte
peninsular, llegando a ser paraíso antaño de cocodrilos y tortugas. Hoy día,
águilas, buitres, búhos, avutardas, zorros, gatos monteses, ginetas, anfibios y
reptiles campan entre matorrales, sisallares, saladares y espartales.
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