Se
proyecta a semejanza de la basílica de San Vicente. En su atrio los monarcas
juraron respetar los fueros de Castilla, lo que denota la importancia de esta
iglesia en el período de mayor relevancia política de la ciudad.
Tiene planta de cruz latina, con nave central de mayores dimensiones que las laterales. Iniciada en el segundo cuarto del S.XII y concluida ya en el S.XIII, tras un periodo en el que las obras estuvieron paralizadas, en la arquitectura y en la decoración se observa una interesante evolución, fruto de esta dilatada construcción.
En la triple cabecera, con ábside por cada una de las naves, aglutina un magnífico repertorio escultórico con motivos vegetales, faunísticos, geométricos y escenas bíblicas. En el S.XIII se cubrirían las techumbres con bóvedas de cañón y crucería. El transcurrir del tiempo conllevó que los arcos comenzasen a apuntarse como prolegómeno de las corrientes góticas. Por último se levantó la torre sobre el punto en el que se cruza la nave principal y el crucero.
La fachada principal se articula en dos cuerpos: el superior, dominado por un gran rosetón, y el inferior, que alberga una portada en la que el vano de entrada es magnificado por seis arquivoltas sin decoración. Similar, pero de menores dimensiones, es la portada meridional. El acceso norte es el más elaborado, moldurado con cinco arquivoltas, dos ornamentadas con las típicas rosetas de Ávila.
En el interior destacan las tablas distribuidas por los muros de las naves, los altares renacentistas, el retablo de la capilla mayor, y sus rejas.
Declarada Monumento Nacional en 1914.
Tiene planta de cruz latina, con nave central de mayores dimensiones que las laterales. Iniciada en el segundo cuarto del S.XII y concluida ya en el S.XIII, tras un periodo en el que las obras estuvieron paralizadas, en la arquitectura y en la decoración se observa una interesante evolución, fruto de esta dilatada construcción.
En la triple cabecera, con ábside por cada una de las naves, aglutina un magnífico repertorio escultórico con motivos vegetales, faunísticos, geométricos y escenas bíblicas. En el S.XIII se cubrirían las techumbres con bóvedas de cañón y crucería. El transcurrir del tiempo conllevó que los arcos comenzasen a apuntarse como prolegómeno de las corrientes góticas. Por último se levantó la torre sobre el punto en el que se cruza la nave principal y el crucero.
La fachada principal se articula en dos cuerpos: el superior, dominado por un gran rosetón, y el inferior, que alberga una portada en la que el vano de entrada es magnificado por seis arquivoltas sin decoración. Similar, pero de menores dimensiones, es la portada meridional. El acceso norte es el más elaborado, moldurado con cinco arquivoltas, dos ornamentadas con las típicas rosetas de Ávila.
En el interior destacan las tablas distribuidas por los muros de las naves, los altares renacentistas, el retablo de la capilla mayor, y sus rejas.
Declarada Monumento Nacional en 1914.
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