16 de septiembre de 2015

iglesia colegiata de san martín, bonilla de la sierra


Bellísima colegiata, se acabó de construir en la primera mitad del siglo XV, parece ser que debido a que Juan II, huésped del Obispo de Avila Lope de Barrientos, no pudo celebrar la semana santa en la Villa por tener una pequeña iglesia y no haber capacidad para su séquito y se desplazó a Piedrahita.
Campea en medio de su plaza porticada, terminando en festoneadas pirámides sus salientes estribos, avanzando sus caprichosas gárgolas, luciendo en los entrepaños sus gentiles ajimeces y levantando su cuadrada torre con dos ventanas semicirculares por lado.
Tiene una sola nave con una altura de 16 m. y otros 16 m. de largo. Unica y anchurosa desenvuelve cinco bóvedas de cañón ojivales divididas por labrados arcos, y concluye en ábside de crucería cuyo fondo ocupa un barroco retablo, al cual se pasaron en 1688 varias tablas del primitivo referentes a la vida del santo.
Tiene a los costados las puertas, de bocelada ojiva, orladas de colgadizos, metidas entre agujas de crestería nada impropias de la época del Tostado o del Carnaval Carvajal, de quien parece ser el escudo con banda diagonal que adoptó por divisa. Oculta por la Capilla de los Chaves se encuentra un antiguo acceso.
Las capillas añadidas, parecen de la misma época, pues armonizan perfectamente. Se trata de la Capilla del altar mayor, en la cabecera, la capilla de los Chaves a los pies y, en la parte septentrional, la mandada hacer por el sobrino de D. Juan De Guzmán, obispo de Ávila.
El coro está en alto a los pies del templo sobre dos arcos escarzanos sembrados de serafines, por bajo de los cuales se entra a la capilla de san Miguel, de forma cuadrada, alumbrada también por ajimeces y cercada de hornacinas, que ha conservado mejor su retablo de pinturas del siglo XV con la figura del arcángel en el centro.
No menos interesante lo debía contener otra capilla de la izquierda, mas sólo da lugar a deducirlo por su fecha de 1433 y por el nombre del que la fundó "Esta capilla mandó fazer Lope Álvarez de Guzmán sobrino de don Juan de Guzmán de buena memoria obispo de Ávila et empezó se año de mil e CCCC e XXX e III años", inscripción puesta encima de dos nichos.
En su interior tiene un catálogo de obras de arte de gran belleza, retablos, esculturas, pinturas, cuadros, destacando el retablo gótico de la capilla de los Chaves, el Altar Mayor, con pasajes de la vida de San Martín, algunas piezas fueron expuestas en la exposición de las Edades del Hombre (Catedral de Avila). Una sarga que representa a la Virgen Sentada, con el manto extendido. El púlpito y la pila bautismal en piedra son otras de las joyas.
El suelo del altar mayor está repleto de tumbas dedicadas a nobles, monjes, inquisidores, cuesta especificar a quien corresponde porque el tiempo y el deambular de las visitas han ido borrando las inscripciones.
Toda la obra está realizada de sillería de granito, es notable su armonía y proporción a la vez sobrio y elegante.

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