Situación:
El Castillo de Jarandilla de la Vera se encuentra en la avenida de García
Prieto nº1 de la localidad de Jarandilla de la Vera, en la parte central de La
Vera de Cáceres, provincia de Cáceres, muy cerca de Plasencia.
Historia:
La villa de Jarandilla de La Vera perteneció a la ciudad de Plasencia durante
casi toda la Baja Edad Media. Su historia es igual a la de Plasencia: su origen
es musulmán y durante el reinado de Alfonso VIII se volvió a fundar. En el año
1311 fue posesión de la Corona y en 1369 fue entregada por Enrique II a los
Álvarez de Toledo. Hay constancia de la realización de obras de fortificación a
mediados del siglo XV, lo que suscita la alarma y la reclamación de los Zúñiga
de la ciudad de Plasencia, sin embargo las obras siguieron adelante y
posibilitaron las construcción del castillo que puede verse en la actualidad,
aunque algunos elementos ya se han perdido. La guerra de la Independencia
también hizo sus estragos en él.
En el
año 1556, Carlos V se alojó en el castillo a la espera de que se concluyera la
construcción de su residencia junto al monasterio de Yuste. Aunque del carácter
austero del Emperador no habría que esperarse lujo alguno, sí al menos una
imagen de nobleza y dignidad, que indudablemente también se proyecta desde este
tipo de construcciones.
Es
curiosa la descripción que hacen del recinto algunos escritores como Gervasio
Vela Y Nieto. Comparan el edificio con un lugar paradisíaco lleno de jardines,
arboledas y árboles frutales como el limonero. No sólo muestran sus apetitosos
frutos, sino que aluden también al sugerente perfume que dejan por las
estancias del palacio. También se elogia el gusto decorativo del edificio.
Descripción:
El castillo dibuja una planta de forma rectangular muy simétrica, con un patio
en el centro. Contó con un recinto exterior que contribuía a regularizar el
terreno circundante. Dentro de este existía un segundo recinto murado más
contundente, que estaba flanqueado con cubos y torrecillas redondas en los lienzos
y esquinas, como todavía puede verse en el flanco de la parte trasera y, sobre
todo, en lo que debió ser la puerta principal de esta barrera, que también se
conserva abierta entre dos cubos cilíndricos flanqueantes que aún mantienen
importantes recursos defensivos, como las troneras, almenas y adarves que
recorren la parte superior y, sobre todo, los restos de un foso que permite
suponer que originariamente contaba con un puente levadizo, existiendo ahora
otro fijo, de obra.
En el
interior está el cuerpo principal del castillo, de forma cuadrangular en torno
a un gran patio central, con torres cilíndricas en dos de sus esquinas y
prismáticas, de mayor volumen, en las otras dos, todo recorrido en lo alto por
una sucesión de canecillos a modo de cornisa, donde pudo sustentarse un posible
almenaje en voladizo.
El
flanco septentrional, entre las dos torres prismáticas, está ocupado por las
dependencias más importantes, incluso con un atractivo corredor porticado de
dos pisos, todo de estilo gótico, con una estructura especialmente atrevida en
el piso alto donde además de un pretil de tracería calada, cuenta con arcos
carpaneles muy planos. En los otros lados también se adosan otros edificios de
servicio, aunque aquí las transformaciones han sido mayores.
La torre
del homenaje se eleva por encima del resto del edificio. En ella se abren una
serie de ventanas que son de reciente construcción, sin embargo, aparecen pocos
vanos que den al exterior del edificio. Toda la estructura está rematada en una
cornisa amatacanada. La torre del homenaje carece de almenas, nota
significativa de este tipo de construcciones defensivas.
Estado
de conservación: En la actualidad el castillo se encuentra en perfecto uso,
desarrollando sus funciones como Parador Nacional de Turismo Carlos I, y aunque
fueron precisas las correspondientes obras de rehabilitación, ha de decirse que
el inmueble reunía condiciones para esta función, lo que reafirma la idea de
que cuando a mediados del siglo XV se concibe su construcción se dota al
edificio con los recursos castrenses habituales y, al mismo tiempo, con las
condiciones, volúmenes y espacios necesarios para el disfrute de una vida
acomodada, como si de un palacio se tratara, en esa dualidad castillo-palacio
propia de la arquitectura militar desde el siglo XV.
Propiedad
y uso: Alberga un Parador de Turismo.
"AL HACER UNA FOTOGRAFÍA TENEMOS TANTAS POSIBILIDADES, PUNTOS DE VISTA Y SITUACIONES QUE EL MERO HECHO DE ESCOGER YA ES UNA CREACIÓN" francesc català-roca
26 de octubre de 2021
castillo de jarandilla de la vera
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario