13 de septiembre de 2016

fortificación de laguardia



Sancho VII 'el Fuerte' (1194-1234) se propone fortificar no sólo el castillo, sino la villa entera, convirtiéndola en plaza fuerte y baluarte inexpugnable. Esta fortificación debió comprender todas las murallas que, partiendo del castillo de D. Sancho Abarca, circundaban toda la villa.
Elevados y fuertes, de trecho en trecho, a distancia proporcionada, se alzaban unos torreones cuadrangulares salientes del muro, adornados con almenas y saeteras.
Laguardia queda marcada por su función castrense, de tal manera que su casco urbano se compone de tres calles longitudinales que a su vez se encuentran cruzadas por tres cantones. Existen otras dos calles menores paralelas a las principales, una calleja transversal que une las calles Mayor y Páganos, y una plaza rectangular en el centro. Todo ello delimitado por el recinto amurallado
Esta muralla, tenía comunicación con el exterior a través de cinco puertas.
Debido al papel defensivo y al carácter militar de la villa, que por su situación se veía envuelta muy a menudo en contiendas de diferentes reinos, los habitantes de Laguardia se dividían en organizaciones barriales de carácter cívico-militar. A ellos correspondía la defensa de las murallas que rodeaban la villa.
Hoy en día queda aún en Laguardia, como recuerdo de aquellas vecindades, la presencia de hornacinas que contienen imágenes de Santos, en las puertas de acceso a la villa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario