Situación:
El castillo de Peña Feliciana se asienta sobre el promontorio más septentrional
de la localidad de Sos del Rey Católico, comarca de las Cinco Villas, provincia
de Zaragoza.
Historia:
En el siglo X, dos siglos después de la invasión musulmana de la península
ibérica, el Reino de Pamplona y el Condado de Aragón eran pequeños territorios
amenazados por Al-Andalus.
Para
defender sus fronteras con los sarracenos se levantaron numerosas
fortificaciones y reaprovecharon otras de los moros.
En
el siglo siguiente (XI) el reino de Aragón, tras su avance de reconquista hacia
el sur en el último cuarto de siglo, fortificó su frontera meridional para
asegurar el dominio de las tierras ganadas a los musulmanes. No tardaron en
proliferar nuevos castillos y torres defensivas por toda la zona.
Los
castillos fronterizos de Aragón generalmente eran de pequeñas dimensiones, y se
construyeron en puntos estratégicos, defendiendo el acceso a valles, villas,
paso de los ríos y vías de comunicación importantes.
Se
limitaban a un pequeño recinto amurallado del que emergía una esbelta torre,
muy frecuentemente acompañada de su iglesia románica, formando el tradicional
binomio castillo-iglesia tan común en castillos aragoneses del Alto Aragón.
La
actual comarca de Cinco Villas de la provincia de Zaragoza, territorio de
frontera entre moros y cristianos entre los siglos X y entrado el XII, conserva
hoy varios de estos castillos de frontera. Unos se encuentran en ruinas, otros
han sido transformados de su fábrica medieval original, y otros han
desaparecido.
De
este modo, fortificaciones como Biota, Obano, Ballesta, Yecra, Sos, Uncastillo,
Biel, Sibirana, Villaverde o Luesia, entre otros, formaron parte de la franja
fortificada fronteriza o extremadura aragonesa, con territorios musulmanes de
Al-Andalus.
Sos
fue uno de los lugares fortificados más importantes de las Cinco Villas durante
los siglos X y XI como atestiguan sus abundantes casas solariegas. Su
espléndido asentamiento sobre un elevado espolón, estribación de la sierra de
la Peña, convierte a toda la villa en una auténtica fortaleza natural. El
castillo se sitúa en uno de los dos promontorios de la localidad, el
septentrional, en la llamada Peña Feliciana, con visibilidad hasta las montañas
pirenaicas y la navarra Sangüesa.
El
castillo de Sos fue mandado construir en el siglo X por el rey Sancho Garcés II
de Pamplona aproximadamente en el año 970, para reforzar las defensas de
Pamplona frente a los musulmanes. Es probable que hubiera una fortificación
anterior de origen musulmán en el emplazamiento actual de Feliciana.
Tras
la reconquista cristiana de la zona a los moros en el siglo X, el castillo
formaría parte de las fortificaciones cristianas fronterizas, primero de
Pamplona, y desde 1044, de Aragón, con territorios de la Marca Superior de
Al-Ándalus. El castillo fue destruido a finales del siglo X (999) durante una
de las razzias de Almanzor.
Fue
reconstruido en el siglo XI, entre 1035 y 1064.
A
partir del siglo XII, Sos será una de las principales plazas fortificadas
fronterizas aragonesas frente al vecino reino de Navarra, no faltando guerras o
conflictos entre ambos reinos cristianos, principalmente en el siglo XIV. En
este mismo siglo, el XII, el rey de Aragón Ramiro II el Monje reconstruye la
fortaleza, para vigilar, y reforzar la frontera con la vecina Navarra.
Descripción:
El castillo es un recinto amurallado de planta irregular y pequeñas
dimensiones, en cuyo ángulo más agudo presenta un torreón circular provisto de
saeteras. En el centro esta la gran torre del homenaje, de planta cuadrada y
rematada por almenas. Su puerta de ingreso está situada en la cara que da al
patio, y se abre en arco de medio punto.
Junto
a la torre del castillo se conserva su iglesia románica, la de San Esteban,
donde fue bautizado Fernando El Católico en 1452, en buen estado de
conservación, formando de este modo el tradicional binomio castillo-iglesia,
tan frecuente en castillos aragoneses.
En
Sos hubo otro castillo también levantado sobre un promontorio del cual solo se
conserva su iglesia. El lugar de su emplazamiento lo ocupa hoy el Palacio de
los Sada, donde nació Fernando II de Aragón, El Rey Católico, en 1452.
Estado
de conservación: Se encuentra en estado de ruina consolidada. Fue restaurado en
1941.
Propiedad
y uso: Es propiedad del Ayuntamiento de Sos del Rey Católico.
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