Clasificado Monumento Nacional en 1977, el Monasterio de São Bento de
Vitoria es uno de los edificios religiosos más importantes de la ciudad.
Cuando fue construido, en el siglo XVI, estaba dentro de las murallas de la ciudad, junto a la Porta do Olival, ocupando terrenos que anteriormente formaban parte del distrito judío. Los monjes benedictinos llegaron a Oporto en el 1597 y el año siguiente obtuvieron el permiso del rey para construir un monasterio, destinado a destacar la presencia de la Congregación Benedictina Portuguesa y a ayudar a los frailes que pasaban por la ciudad.
La construcción del edificio, proyectado por el arquitecto Diogo Marques Lucas, se empezó en 1604, pero las obras se prolongaron durante muchos años. La iglesia, por ejemplo, se construyó en 1693, pero su decoración no concluyó hasta finales del siglo XVIII, razón por la que la arquitectura manierista y barroca del exterior está acompañada, en el interior, por diversos estilos decorativos, que revelan el cambio de estilos y de gustos durante este largo periodo. La primera piedra del Claustro Noble fue colocada en 1608, pero no se finalizó hasta 1725-1728.
La grandiosidad de este monumento en granito es, aún hoy día, impresionante. Pero, en el momento en que funcionaba como monasterio, fue un centro importante para la música y para el canto. El órgano que hay en la iglesia es testimonio de este periodo dorado.
Los siglos que siguieron fueron algo tormentosos: en 1808, durante la Guerra Peninsular, fue convertido en Hospital Militar y, en 1835, después de la expulsión de las Órdenes Religiosas, se transformó en Tribunal Militar y Casa de Reclusión, así como Acuartelamiento de Infantería 31 e Ingeniería.
Entre 1985 y 1990 surgió obras de restauración, funcionando como sede de la Orquesta Nacional de Oporto y del Archivo del Distrito de Oporto. En 2001, en el ámbito de la Capital Europea de la Cultura, el Claustro Noble fue cubierto por una concha acústica. En el 2007, parte del Monasterio se asignó al Teatro Nacional São João. Desde entonces acoge espectáculos teatrales, conciertos y eventos especiales.
El Centro
Portugués de Fotografía está ubicado en la antigua cárcel de la ciudad de Oporto y cuenta con una
espectacular colección de cámaras e instantáneas que se remontan al siglo
pasado.
El Centro Portugués de Fotografía está ubicado en la antigua cárcel de Oporto y hoy en día guarda gran parte del patrimonio fotográfico del país, desde antiguas instantáneas nacionales e internacionales hasta cámaras fotográficas con más de 100 años de vida.
Se creó en 1997 y actualmente es uno de los centros de preservación fotográfica más importantes de todo Portugal.
La construcción data del siglo XVIII y ha ejercido de tribunal de justicia y prisión de la ciudad. Esta albergó presos hasta los años 70, cuándo el dictador Antonio de Oliveira Salazar fue derrocado tras la revolución de los claveles.
Hoy en día el edificio de la prisión es toda una experiencia para el visitante, debido a que el centro intercala sus exposiciones temporales y permanentes con distintas celdas e incluso antiguas salas de castigo para los presos.
El actual museo de la fotografía es un espacio dedicado al arte de tomar imágenes desde la aparición de las primeras máquinas fotográficas hasta nuestros días.
Cuenta con una exposición permanente y con otras temporales de diferentes ámbitos y temáticas que muestran la historia de la fotografía portuguesa e internacional.
En la primera planta del edificio podemos encontrar las exposiciones temporales, en el segundo las fotografías organizadas por temáticas y en el tercero la impresionante exposición de máquinas fotográficas, sin duda el plato fuerte del museo.
Cuando fue construido, en el siglo XVI, estaba dentro de las murallas de la ciudad, junto a la Porta do Olival, ocupando terrenos que anteriormente formaban parte del distrito judío. Los monjes benedictinos llegaron a Oporto en el 1597 y el año siguiente obtuvieron el permiso del rey para construir un monasterio, destinado a destacar la presencia de la Congregación Benedictina Portuguesa y a ayudar a los frailes que pasaban por la ciudad.
La construcción del edificio, proyectado por el arquitecto Diogo Marques Lucas, se empezó en 1604, pero las obras se prolongaron durante muchos años. La iglesia, por ejemplo, se construyó en 1693, pero su decoración no concluyó hasta finales del siglo XVIII, razón por la que la arquitectura manierista y barroca del exterior está acompañada, en el interior, por diversos estilos decorativos, que revelan el cambio de estilos y de gustos durante este largo periodo. La primera piedra del Claustro Noble fue colocada en 1608, pero no se finalizó hasta 1725-1728.
La grandiosidad de este monumento en granito es, aún hoy día, impresionante. Pero, en el momento en que funcionaba como monasterio, fue un centro importante para la música y para el canto. El órgano que hay en la iglesia es testimonio de este periodo dorado.
Los siglos que siguieron fueron algo tormentosos: en 1808, durante la Guerra Peninsular, fue convertido en Hospital Militar y, en 1835, después de la expulsión de las Órdenes Religiosas, se transformó en Tribunal Militar y Casa de Reclusión, así como Acuartelamiento de Infantería 31 e Ingeniería.
Entre 1985 y 1990 surgió obras de restauración, funcionando como sede de la Orquesta Nacional de Oporto y del Archivo del Distrito de Oporto. En 2001, en el ámbito de la Capital Europea de la Cultura, el Claustro Noble fue cubierto por una concha acústica. En el 2007, parte del Monasterio se asignó al Teatro Nacional São João. Desde entonces acoge espectáculos teatrales, conciertos y eventos especiales.
El Centro Portugués de Fotografía está ubicado en la antigua cárcel de Oporto y hoy en día guarda gran parte del patrimonio fotográfico del país, desde antiguas instantáneas nacionales e internacionales hasta cámaras fotográficas con más de 100 años de vida.
Se creó en 1997 y actualmente es uno de los centros de preservación fotográfica más importantes de todo Portugal.
La construcción data del siglo XVIII y ha ejercido de tribunal de justicia y prisión de la ciudad. Esta albergó presos hasta los años 70, cuándo el dictador Antonio de Oliveira Salazar fue derrocado tras la revolución de los claveles.
Hoy en día el edificio de la prisión es toda una experiencia para el visitante, debido a que el centro intercala sus exposiciones temporales y permanentes con distintas celdas e incluso antiguas salas de castigo para los presos.
El actual museo de la fotografía es un espacio dedicado al arte de tomar imágenes desde la aparición de las primeras máquinas fotográficas hasta nuestros días.
Cuenta con una exposición permanente y con otras temporales de diferentes ámbitos y temáticas que muestran la historia de la fotografía portuguesa e internacional.
En la primera planta del edificio podemos encontrar las exposiciones temporales, en el segundo las fotografías organizadas por temáticas y en el tercero la impresionante exposición de máquinas fotográficas, sin duda el plato fuerte del museo.
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