El río Duero es atravesado por varios puentes a su paso por Oporto. El más famoso de ellos es el Puente Don Luis I. Inaugurado a finales del siglo XIX, este puente de hierro es una de las imágenes más emblemáticas de Oporto. De este modo, en 1879 el ayuntamiento de la ciudad decretó la construcción de un puente metálico sobre el Duero, que sería inaugurado finalmente en octubre de 1886. La responsable del diseño del puente fue una empresa belga, la Société de Willebroeck, y específicamente uno de sus ingenieros, Téophile Seyrig, que había sido discípulo de Gustave Eiffel. Lo más característico del Puente de Don Luis I es su gran arco de hierro, para cuya construcción fueron necesarias miles de toneladas de este material. Además, el puente cuenta con dos pisos: por el superior, de casi 400 metros de longitud, circula el metro de Oporto y por el inferior, de unos 175 metros, los vehículos. En ambos niveles hay habilitados carriles específicos para peatones, por lo que se puede pasear por el puente e ir parando a mirar o hacer fotos donde nos apetezca.
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