Monumento natural esculpido por la fuerza del mar a través del tiempo. Solo hay que esperar a la marea baja para contemplarlo.
El arenal está delimitado por una pared
rocosa de pizarra y esquistos erosionada en formas caprichosas, arcos de más de
treinta metros de altura, grutas de decenas de metros, pasillos de arena entre
bloques de roca.
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