La figura del Peliqueiro.
En este pequeño municipio de
la provincia de Ourense se guardan muchas de las mejores esencias del viejo
entroido gallego. Laza es la tradición conservada íntegramente hasta nuestros
días a pesar del paso del tiempo.
Los Peliqueiros, la máscara
característica de Laza. El nombre de Peliqueiro deriva de pelica o piel seca de
un animal, con la que se confecciona la parte posterior de la singular careta
de este personaje carnavalesco.
En Laza salen por el domingo
y el martes de entroido. Los trajes son vistosos y elegantes.
Luce un minucioso y
colorista atuendo, cuidado con todo detalle. Viste camisa blanca y corbata
roja. Sobre la camisa una característica chaqueta corta. Esta prenda, de tejido
fuerte, va profundamente adornada. Sobre un fondo ocre o oro, de corte
eclesiástico, lleva ribetes y galones, charreteras en los hombros e infinidad
de cintas bordadas. Encima de la chaquetilla debe llevar un paño de cabeza de
colores vivos, que cae en forma triangular por la espalda y, según la tradición,
tiene que ser propiedad de la moza del enmascarado.
De la cintura a la rodilla,
visten unos hermosos calzones con encajes, flecos y pompones blancos y
trenzados de la que alternan flecos verdes o encarnados. Las medias, de colores
vivas, van cosidas a la parte inferior de los calzones, por encima de las
rodillas. El atuendo se completa con tirantes que sujetan los calzones y con
unos zapatos de punta fina, que resaltan la elegancia de esta máscara, además
de una ajustadísima faja blanca, azul, roja o verde, que tiene como finalidad
proteger al Peliqueiro de los golpes que le acarrean las seis grandes chocas
que llevan al cinto por la parte posterior. El peso del conjunto es de unos
cinco kilos.
La mitra. La máscara de
Peliqueiro, de enigmática expresión, continúa por encima de la cabeza en una
especie de mitra. La parte frontal de esta mitra se confecciona con lata y se
decora con dibujos de animales o símbolos astrales. La parte posterior, en
cambio, se cierra con una pelica o piel de animal con rabo cara abajo. En los
extremos de la base de la mitra cuelgan dos pompones. La careta propiamente
dicha se talla en madera. Es característico una gran nariz y una barba hecha
con un trozo de piel de liebre. Aún queda por añadir un elemento más a la careta
y mitra: a rabeira, un trozo de crin de caballo que cuelga por la parte
posterior.
En la mano lleva una
zamarra, se trata de un látigo de piel de ternero con el que zurra a la gente
que se encuentra a su paso.
Casi siempre en grupo,
recorren incesantemente las calles de Laza. Van en fila. Corren y saltan sin
parar y no pueden destaparse la cara, excepto que se encuentren en un local
cerrado. Puede ser insultado pero no tocado. Nadie puede descubrir su
identidad. Los vecinos tienen la obligación de invitarlos a vino y bica de
entroido cuando llaman en sus casas o mismo si los sorprenden cerca de un bar.
Los Peliqueiros azotan a las personas del lugar que los insultan y provocan.
Sobre todo, fustiga y amenaza, estallando el látigo con fuerza contra el suelo.
Mete miedo. Esas son sus prerrogativas. Es una autoridad, ejerce un cuarto
poder durante el entroido. Parece ser que en otros tiempos empezaban a salir
desde año nuevo. La leyenda dice que no solo se limitaban al valle de Monterrey
y que en sus salidas llegaban hasta Castilla.