9 de septiembre de 2014

bardenas reales










Se trata de un Parque Natural de belleza salvaje declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Un paisaje semidesértico de 42.500 hectáreas que impacta y sorprende con cada nueva visita. Un espectáculo insólito al sureste de Navarra, próximo a Tudela, que a pesar de su apariencia desnuda e inhóspita, esconde grandes valores naturales.
En Bardenas Reales, la erosión de sus suelos de arcillas, yesos y areniscas ha esculpido caprichosas formas creando un mundo de apariencia casi lunar poblado de barrancos, mesetas planas y cerros solitarios. Fuente de inspiración de pintores y escritores y escenario de anuncios televisivos, videoclips musicales y películas como "Airbag", "Acción Mutante", "Orgullo y Pasión" o "El mundo nunca es suficiente".
El Parque Natural de las Bardenas Reales es un paisaje pseudos estepario esculpido a lo largo de millones de años a causa de la erosión. Situado a poco más de 70 km. de los Pirineos, y muy cerca de la capital de la Ribera, Tudela, se divide en tres zonas que, de norte a sur, son: el Plano, tierra de cultivo caracterizada por las elevaciones más suaves; la Bardena Blanca, la más fotografiada y visitada donde se encuentran las principales formaciones Castildetierra y Pisquerra. También en esta zona, definida por cabezos erosionados, barrancos secos y aspecto estepario, existe un Polígono de Tiro que explica el vuelo de aviones militares; y la Bardena Negra, donde el terreno se oscurece dando paso a los únicos bosques de pino carrasco de la zona acompañados de matorral.
Una vez en el parque, excepcionales miradores muestran las diferencias de unas zonas a otras. Desde el Alto de Aguilares se obtiene la más completa panorámica de la Bardena Blanca. El Balcón de Pilatos es un excepcional observatorio de aves. Puntos elevados que muestran la riqueza de este territorio en el que se esconden tres reservas naturales: el Vedado de Eguaras, un oasis al norte del parque que conserva las ruinas del castillo de Peñaflor; el Rincón del Bu en la Bardena Blanca (460 hectáreas) en cuyos cortados se cría el búho real; y las Caídas de la Negra en la Bardena Negra, (1.926 hectáreas) cuyo nombre hace referencia a los cortados de hasta 270 metros de desnivel.
El Parque Natural de Bardenas Reales cuenta además con más de 700 km. de caminos, pistas y cañadas, muchas señalizadas, que pueden ser recorridas por los amantes del senderismo y el ciclismo. No obstante, es recomendable ir acompañado de guías especializados en la primera incursión a este enclave natural. Además de evitar el riesgo de perderse en este desierto, le ayudarán a interpretar este paisaje cuya flora y fauna es más propia del desierto africano que del norte peninsular, llegando a ser paraíso antaño de cocodrilos y tortugas. Hoy día, águilas, buitres, búhos, avutardas, zorros, gatos monteses, ginetas, anfibios y reptiles campan entre matorrales, sisallares, saladares y espartales.

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