5 de octubre de 2012

torres kio, madrid




Las dos torres que conforman la llamada Puerta de Europa, también conocidas como Torres KIO (debido a que fueron promovidas por la empresa kuwaití KIO, Kuwait Investments Office) son dos torres inclinadas la una hacia la otra, 15° respecto a la vertical, con una altura de 114 m. y 26 plantas. Se inauguraron simultáneamente en 1996 y son obra de los arquitectos Philip Johnson y John Burgee. Se trató de los primeros rascacielos inclinados que se construyeron en el mundo. Fueron construidas y proyectadas entre la década de los ochenta y noventa, para dignificar el entorno de la Plaza de Castilla (donde se encuentra el monumento a Calvo Sotelo) mientras son atravesados por la Castellana.
La torre de la izquierda en dirección salida de Madrid se conoce como Puerta de Europa I en tanto que la otra se conoce como Puerta de Europa II. Para evitar su confusión la primera dispone de un helipuerto pintado en color azul y la segunda en rojo. La torre de la izquierda tiene el logotipo de Caja Madrid, mientras que la torre de la derecha, tiene el logotipo de Realia, una empresa inmobiliaria. El logotipo de Realia ha sido añadido posteriormente. Desde 1960 figura en la plaza un monumento al político y jurisconsulto José Calvo Sotelo (1893–1936). Es obra del arquitecto Manuel Manzano Monís y el escultor Carlos Ferreira. Este monumento se levantó en recuerdo de su asesinato, que fue uno de los detonantes de la guerra civil española. También nos encontramos con un obelisco, se trata de una inmensa columna estriada de 93 metros de atura diseñada por el renombrado arquitecto Santiago Calatrava. La peculiaridad de este impresionante monolito metálico recubierto de lamas doradas es que, gracias a un sistema hidráulico, se mueven de un modo helicoidal. Estas lamas, un total de 493, están hechas en bronce y recubiertas por una capa de pan de oro de 7,70 metros cada una. El movimiento lo impulsan 126 motores de pequeño tamaño colocados tras las láminas. Una vez en movimiento el resultado es muy parecido al de la broca de una taladradora. Tiene 93 metros de altura, dos metros de diámetro y pesa 527 toneladas. El obelisco se apoya sobre un trípode diseñado para servir de cimiento, ya que el suelo de la plaza de Castilla es hueco debido al subterráneo que se construyó hace dos décadas.

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