La Iglesia de Válega es una verdadera obra prima del arte de la pintura del azulejo y seguramente una de las más impresionantes iglesias de Portugal.
A la puesta del sol, la fachada de la iglesia, es particularmente preciosa, bañada por los rayos del sol. Un verdadero templo dorado que brilla con sus fantásticos azulejos de múltiples colores.
El patronato de la iglesia perteneció a propietarios privados hasta el año 1150, Desde entoces hasta 1288 fue el Monasterio de
de múltiplos colores. El patronato de la iglesia perteneció a
propietarios privados hasta el año de 1150. Desde entonces hasta 1288 fue el
Monasterio de São Pedro de Ferreira. De 1583 a 1833 fue propiedad del Obispo y
de la Sé Catedral de Porto. Merece la pena destacar en el interior de la iglesia:
Intervenciones del siglo XX, como por ejemplo los techos en maderas exóticas,
patrocinados por la Familia Lopes, así como revestimientos exuberantes en
azulejos, producidos por la Fábrica Aleluia de Aveiro. Trabajos en mármol en
las paredes interiores de la capilla principal, el coro inferior y los
revestimientos de madera. Y la representación de las distintas fases de la vida
de la Virgen María.